A más o a menos
Hay gente que va a más y otros que van a menos. Por ejemplo, yo voy cada día a más..., a más tiempo del primero. Bueno; en realidad, ayer no. Ayer me estanqué un poco porque llegué a la meta en el mismo grupo que Heras, el líder. Pero no se asusten, que hoy continuaré con mi línea y seguiré yendo a más para no faltar a la tradición.
Otros van a menos, yo entre ellos aunque pueda parecer contradictorio. Sobre todo si a fuerzas nos referimos. Esto es una carrera de fondo, de tres semanas para más señas, y aquí el cuerpo te va pasando día a día la factura. Además, estamos en septiembre, esto es, al final de la temporada, lo que significa que ya de partida veníamos con muchas fuerzas hipotecadas. Así que se pueden imaginar las ganas que hay en el grupo de llegar a Madrid. Y, encima, va la organización y nos pone los dientes largos porque nos hace pernoctar en Madrid, pero para llegar de verdad aún nos queda la incómoda etapa de hoy por los puertos de la sierra.
Dicen que ayer Zaballa dio una exhibición. Si les digo la verdad, no lo sé. Le vi nada más cruzar la meta y le felicité, pero poco más sé. Evidentemente, es de los que van a más. Como también los de la locomotora azul, esa máquina torturadora. Esta claro que a los Liberty les conviene controlar la carrera incomodando a sus rivales, y les aseguro que lo consiguen.
Pero no es sólo la gente. También hay cosas que van a más o a menos. Así, a bote pronto, se me ocurre que va a más mi dolor de piernas. Y los baches en la carretera de Abantos, que más que baches son badenes. Van a más mis ganas de coger las vacaciones. Y el asco que les estoy cogiendo a las barritas energéticas. Y la alergia que me va entrando a la bici, además de la que ya tenía a los puertos.
Y a menos... Pues no sé, quizá el ingenio para escribir estos artículos, ¿no? ¿O acaso no lo notan?
Pedro Horrillo es corredor del Quick Step.
