Monóxido y ruidos
Por fin un Gobierno español ha decidido firmemente reducir la contaminación en nuestro país, dando un largo plazo de adecuación a las empresas españolas.
Esto es muy loable, aunque el citado plazo se dilate excesivamente en el tiempo. Me permito informar a la señora ministra y a los responsables del Ayuntamiento de que las aspiradoras urbanas -para hojas caídas, papeles, etcétera-, no sólo generan enormes molestias para el ciudadano, por el ruido, sino que también son fuente de contaminación por humos y monóxido de carbono.
Los operarios se protegen con mascarilla y tapones para los oídos, que, a este paso, tendremos que llevar todos. Pediría que retire de la circulación esos nauseabundos artefactos y los sustituya por la clásica escoba y cogedor, más ecológicos y más sanos.