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El Gobierno vasco rechaza la crítica de insolidaridad de Maragall

El tripartito catalán avala la censura del presidente de la Generalitat

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, rechazó ayer las críticas vertidas por el presidente de la Generalitat al País Vasco por "no contribuir a la solidaridad como el resto de comunidades" por su modelo de financiación basado en el Concierto. Azkarate subrayó ayer que Euskadi aporta más dinero que el que recibe del Estado en forma de inversiones. El tripartito catalán apoyó la censura de Maragall.

En el Ejecutivo vasco no cayó nada bien la declaración del máximo representante de Cataluña. Miren Azkarate reivindicó un País Vasco "solidario" con el resto del Estado y sus comunidades autónomas. El razonamiento que empleó, sin embargo, no tiene mucho que ver con la base del Concierto Económico y, sobre todo, con el cupo: el pago a las cargas generales del Estado y por los servicios que éste presta y no han sido transferidos. Azkarate mezcló la cuantificación del cupo que paga el País Vasco (el 6,24%), con la media de inversión del Estado en Euskadi, "que ha sido estos últimos años de un 1% o 2%", precisó.

El Gobierno vasco considera "legítimo" que Cataluña o Andalucía intenten negociar "un nuevo marco de financiación". Pero, recordó que Euskadi lo tiene ya fijado, es el Concierto Económico, que es "bilateral y acordado entre el Estado y Euskadi".

Los tres partidos que sustentan el Gobierno catalán avalaron ayer, con diferentes matices e intensidad, las opiniones de Pasqual Maragall. Desde el Partit dels Socialistes su portavoz, Miquel Iceta, recordó que la LOFCA no establecía que los rendimientos de los sistemas común y foral "tuvieran que ser tan dispares" y abogó por ir equiparando sus resultados pero manteniendo una cuota de solidaridad con las comunidades de renta inferior.

Josep Huguet, portavoz de Esquerra Republicana, reconoció que el País Vasco retorna al Estado el coste de los servicios prestados pero que no "realiza más aportaciones en forma de flujo hacia otras regiones". De este modo dijo que su partido apuesta por que Cataluña disponga de un "concierto económico solidario" pero que, a la larga, debería ser el Estado el que asumiera los costes de la solidaridad interterritorial a través del "adelgazamiento de su administración, pues tiene más de 100.000 funcionarios inútiles, y la supresión de algunos ministerios".

Más tajante se pronunció el portavoz de Iniciativa per Catalunya, Joan Boada, quien defendió la revisión del sistema de financiación foral en el marco de una reforma global. "Que el Concierto es insolidario lo saben hasta los vascos", proclamó.

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El portavoz del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, quiso puntualizar que el presidente "en ningún caso y en ningún momento tuvo voluntad de menospreciar a ninguna comunidad autónoma y a sus respectivos sistemas de financiación". Desde la oposición, CiU y el PP eludieron pronunciarse sobre el asunto.

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