Botella prepara una red de pisos sociales para acoger a inmigrantes

El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto ampliar la capacidad del albergue para indigentes de la Casa de Campo de forma que sirva para alojar a 10 familias de inmigrantes recién llegadas a España sin recursos. Además de esto, la Concejalía de Empleo y Servicios al Ciudadano va a poner en marcha una red de pisos de acogida para inmigrantes subsaharianos también en situación precaria. Estas dos medidas son parte del Plan de Inmigración, cuyo proyecto ya ha presentado la concejal Ana Botella. UGT y CC OO consideran el plan "papel mojado" y "carente de proyectos laborales".

El borrador del plan arranca con unos "principios filosóficos" en los que incide en que el "principio rector" del proyecto es "la convivencia". Después, prosigue describiendo las "herramientas y programas específicos" entre los que destaca, en primer lugar, la creación de un "observatorio de la inmigración en Madrid".

Este observatorio se convertirá, o así al menos lo pretende el Ayuntamiento, en el "referente del fenómeno migratorio". Se dedicará a "investigar, analizar y evaluar la inmigración, desde el punto de vista de la integración y la convivencia". Este organismo también reunirá datos, creará una página web y "organizará seminarios, conferencias, charlas y mesas redondas".

Además del observatorio, el proyecto del plan adelanta la creación de una "oficina de primera información y orientación". Servirá, en líneas generales, de primer referente para los inmigrantes, que podrán acudir a ella en busca de datos o apoyo. A estos extranjeros -con papeles o sin ellos- "se les dará la bienvenida y se les facilitará información general (dónde y cómo empadronarse, etcétera)". También se les proporcionará "cursos sobre convivencia y vecindad y de castellano (con certificado)". La oficina tiene previsto "implantar y coordinar un servicio de traductores e intérpretes".

En la Casa de Campo se habilitará, aunque aún no se sabe cuándo, un ala de acogida "temporal" con capacidad para 10 familias de inmigrantes que lleguen sin recursos. El plazo máximo de estancia será de tres meses. El proyecto también incluye el "programa especial con minorías de Europa del Este". Este programa no es nuevo, ya que se puso en marcha en 2000, debido al aumento de inmigrantes de familias de etnia gitana procedentes de Rumania y Bulgaria que llegan a España en situación económica muy precaria. Entre los objetivos que se prevén en este programa se cuentan los siguientes: "Conceder prestaciones básicas a estas familias (manutención, transporte, medicamentos), escolarizar a todos los menores en el sistema público educativo, actividades de formación de adultos..."

El proyecto presentado el pasado miércoles por la concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano, Ana Botella, cuenta también con un programa especial para prevenir "las situaciones de exclusión social de jóvenes procedentes del Magreb".

Este punto concreto responde, según el texto, a la necesidad de atender a jóvenes inmigrantes procedentes del norte de África que viven solos en Madrid, sin familia, "con bajo nivel cultural y alto índice de conflictividad". Estos jóvenes, por lo general, desconocen el idioma y adolecen de una notable falta de integración social. El programa se centra en el barrio de Lavapiés (Centro), lugar de residencia de muchos de estos chicos. Para colaborar a la solución del problema, el Ayuntamiento prevé "acoger a 15 jóvenes al año, como media, ofreciéndoles alojamiento, alimentación, vestido, asistencia sanitaria, ocio etcétera".

También se ofrece, a los inmigrantes subsaharianos, un apoyo específico. Para ellos, el Ayuntamiento creará una red de pisos y pensiones, cuyo número aún está por concretar, para acogerles temporalmente "en clave de emergencia". Asimismo, este tipo de inmigrantes que se acerquen a las oficinas del municipio gozará, según reza el texto del borrador, de "información, orientación, apoyo jurídico y asesoramiento socio-laboral de cara a la accesibilidad al empleo de los beneficiarios".

Mediadores

El proyecto incluye un conjunto de mediadores que tratarán de convertirse en una especie de puente entre el Ayuntamiento o las instituciones y los inmigrantes. Estos mediadores, del mismo país de origen que los inmigrantes a los que van a atender, se desplazarán a los parques y los lugares de reunión de estos inmigrantes. Allí escucharán sus problemas y tratarán de darles una respuesta.

El sindicato UGT califica el plan de "papel mojado". "Desconocemos el presupuesto con el que cuenta, y no implica a otras concejalías", subrayó ayer un portavoz del sindicato, que dijo esperar que el plan sea "radicalmente distinto al que plantea el borrador". CC OO, por su parte, cree que el proyecto "llega tarde, no presenta ninguna propuesta en materia laboral y no ha contado con los sindicatos".