Sin sombras
Me sorprende, cuando paseo por las calles de nuestros barrios, ver los árboles sin apenas hojas, convertidos en meros troncos. O los arbustos transformados en simples varas. Me espanta ver las talas indiscriminadas que han realizado en mi barrio, Las Moreras.
Casi todas las calles y todos los patios se han quedado sin la mayoría de sus queridos árboles. Nos han dejado sin sombra. Han cortado decenas de árboles (acacias de más de 30 años). Han matado a nuestros amigos que nos protegían del tórrido sol del verano cordobés. Nos han quitado el fresquito de nuestras ventanas y balcones.
Y lo peor de estas talas y podas absurdas es que se reduce la producción de oxígeno, con el consiguiente aumento del dióxido de carbono. Las hojas de los árboles, con la luz del sol absorben gases nocivos, entre ellos el dióxido de carbono, y producen oxígeno que va a la atmósfera (fotosíntesis).
El dióxido de carbono perjudica el medio ambiente y la salud pública. Es uno de los principales causantes del efecto invernadero.
Los técnicos de jardines y el área de Medio Ambiente de nuestro Ayuntamiento, con estas actuaciones vandálicas, no tienen en cuenta estas circunstancias. No hay ningún motivo ni informe que justifique que seres tan beneficiosos como los árboles sean matados y mutilados.
Es un atentado ecológico y se perjudica a la salud pública cuando son eliminados seres vivos que nos hacen sentir bien y nos ayudan a estar sanos.
Salvemos los árboles que quedan vivos.-
