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El alza del crudo y la previsión de una subida de tipos lastran las bolsas

El Ibex retrocede el 2,64%, la segunda mayor caída del año, y el barril sigue en 36 dólares

Las bolsas sufrieron ayer fuertes retrocesos ante la cada vez mayor expectativa de un incremento de los tipos de interés en EE UU antes del verano. Desde la caída del 4,84% de Tokio hasta un 1,26% de Nueva York, pasando por el retroceso de 2,64% de Madrid o el de las bolsas latinoamericanas, ni un mercado sorteó un desplome atizado por la escalada del crudo, que sigue a más de 36 dólares (máximo de 13 años), pese a que Arabia Saudí pidió un aumento de la producción a la OPEP. El temor es que los tipos y el crudo al alza frenen la recuperación de EE UU.

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Los mercados están desquiciados. Los inversores son optimistas sobre el futuro económico mundial, y una hora después son pesimistas con la misma convicción, para volver a cambiar de idea al minuto siguiente. Hasta hace una semana, todo estaba más claro: la economía estadounidense está creciendo a un buen ritmo, por lo que es previsible una subida de los tipos de interés (actualmente en el 1%, los más bajos en 45 años). El incremento no supone, en principio, ningún problema, ya que en un tiempo en que la economía marcha bien, es sólo una medida para moderar la inflación.

Todo iba bien, o parecía ir bien, hasta que el barril de petróleo subió hasta los 37 dólares en el mercado de Londres y hasta los 40 en Nueva York, precios máximos de los últimos 13 años y medio. El alza del crudo puede tener un doble efecto negativo en la economía estadounidense, por un lado frenar la recuperación y, al mismo tiempo, provocar un aumento de la inflación. En este escenario, la decisión de las autoridades monetarias estadounidenses, la Reserva Federal, es muy complicada; si optan por seguir adelante y subir los tipos, la recuperación puede frenarse y, si no lo hacen, la inflación puede dispararse.

¿Qué hará la Fed? La mayoría de los analistas cree que seguirá adelante con sus preparativos para subir los tipos de interés. Estos expertos basan en los muchos datos económicos que respaldan con creces la que se presume será la opción de la Fed. El pasado viernes, sin ir más lejos, se conoció que el desempleo había caído en abril al 5,6% desde el 5,7% de marzo, gracias a la creación de 288.000 nuevos empleos, mucho más que los cerca de 170.000 que esperaban los analistas. Junto con esto, las cifras de creación de puestos de trabajo en marzo fueron corregidas al alza desde los 308.000 a los 337.000, con lo que la cifra total de creación de empleo en estos dos meses se ubicaba en el nivel más alto desde marzo y abril de 2000.

El presidente de la Reserva, Alan Greenspan, ha reconocido que le preocupa el alza del crudo, pero, al mismo tiempo, ha insistido en que confía en que la recuperación económica es sólida y que el alza de los precios, de momento, no es un problema. El mercado cree a Greenspan, un hombre que durante 18 años ha llevado las riendas de la política monetaria estadounidense con bastante acierto, pero cree que en la última semana los precios del barril se han desbocado de forma muy peligrosa.

Ayer, Arabia Saudí increpó a sus socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a aumentar urgentemente su producción para frenar la escalada de los precios. Fuentes del mercado petrolero sugirieron ayer que el llamamiento de Riad fue la consecuencia de una llamada telefónica previa de Washington solicitando tal gesto. Los ataques terroristas contra la industria petrolera saudí han sido la principal razón del encarecimiento del crudo durante la última semana, y la ayuda estadounidense para combatir esta amenaza se considera vital en el reino.

Arabia Saudí es el peso pesado de la organización de exportadores petroleros y sus opiniones suelen ser decisivas en las políticas de producción del cartel. A pesar de ello, el éxito del llamamiento saudí sobre los precios fue relativo. El barril se abarató 1,5 dólares al comenzar la jornada de ayer, pero bien entrada la sesión la cotización ya había recuperado bastante terreno y se mantenía por encima de los 36 dólares en el mercado de Londres, de referencia para Europa, y casi en los 39,50 dólares en el mercado neoyorquino.

Esta desconfianza del mercado petrolero se trasladó intacta al bursátil y acrecentó su temor a una inoportuno subida de tipos. La jornada arrancó mal en Japón, donde los problemas políticos por la renuncia del líder de la oposición tras verse implicado en acusaciones sobre corrupción, agravaron la crisis y arrastraron a la Bolsa de Tokio a retroceder un 4,84%. En Europa, la sesión empezó mal y acabó peor. La Bolsa española concluyó con la segunda mayor caída del año, el 2,64%, y con el mercado en niveles similares a los alcanzados tras los atentados del 11-M y la inesperada victoria electoral del PSOE.

Todos los valores del Ibex acabaron con pérdidas, encabezadas por Gamesa al perder el 5,36%, mientras que en el Mercado Continuo, en el que se intercambió la máxima cantidad de dinero de la historia en un día, 6.571 millones, acabaron con ganancias ocho empresas. A pesar de todo, el Ibex aún acumula este año una subida del 1,01%. En el resto de Europa, las Bolsa de Francfort y la de París cayeron más que el Ibex, el 2,85% y el 2,73%, respectivamente, mientras que Londres se dejó el 2,29%, y Milán, el 2,18%.

Los principales mercados bursátiles estadounidenses siguieron incidiendo en el pesimismo y al cierre, el índice Dow Jones, principal indicador de la Bolsa neoyorquina, se dejaba un 1,26%, mientras que el Nasdaq, índice de valores de crecimiento y nuevas tecnologías de Wall Street, perdía un 1,14%.

El retroceso en Asia, Europa y América del Norte no podía dejar indiferente a América Latina, cuyos principales mercados registraban ayer importantes pérdidas. La Bolsa de São Paulo acusó fuertemente el contagio bajista y su índice Bovespa cayó el 5,46%, mientras que el mercado mexicano se dejaba el 3,58%. Pero fue la Bolsa de Buenos Aires la que se llevó la peor parte, con un retroceso del 8,36%.

Un intermediario frente a un panel de la Bolsa de Francfort. 

/ ASSOCIATED PRESS
Un intermediario frente a un panel de la Bolsa de Francfort. / ASSOCIATED PRESS

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