El Ayuntamiento de Aranjuez adeuda casi cien millones
Telefónica llegó a cortar las líneas a la policía
El Ayuntamiento de Aranjuez se encuentra en situación de bancarrota, con una deuda acumulada de 99,6 millones de euros. Esto le ha convertido en uno de los cinco consistorios con mayor porcentaje de acreedores de España, lo que le equipara a otros municipios como Marbella (Málaga). El equipo de gobierno, PSOE e IU, estudia un plan para intentar sanear las cuentas municipales dejadas por el PP (1996-2003) y que el Ayuntamiento pueda mantener el pago de las nóminas y hacer frente a las obras comprometidas durante la campaña electoral.
La situación económica del Ayuntamiento de Aranjuez es dramática. Hace unas semanas, Telefónica llegó a cortar las líneas de la Policía Municipal por falta de pago. Al no estar al corriente de pago, no puede acceder a las subvenciones que otorga la Comunidad de Madrid por determinados servicios o para acometer mejoras en algunas concejalías. De esta forma, si se divide la deuda entre las 15.000 familias que residen en esta localidad, sale un dato más que preocupante: cada unidad familiar debería hacer frente a 6.750 euros (1.120.000 de las antiguas pesetas).
Las deudas han sido contraídas en los últimos años con empresas particulares, pero también con las administraciones central y autonómica, lo que ha disparado el número de acreedores. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, éste debe 7,8 millones de euros a la Seguridad Social y otros 5,87 millones a la Agencia Tributaria. Esta situación ha motivado que el Ministerio de Hacienda retenga en origen el 25% de los ingresos que debería hacer la Administración central a Aranjuez. De este modo, se asegura que a medio plazo salde estos compromisos.
La Administración autonómica también mira hacia el pueblo más sureño de la región, ya que tiene pendiente de cobrar 3,65 millones de euros en concepto de la tasas de bomberos, de eliminación de residuos y del Consorcio Regional de Transportes. Esto implica, además, la pérdida de subvenciones por parte de la Administración regional.
La parte más gravosa de la deuda se encuentra dentro del capítulo de acreedores, a los que habrá que embolsar en los próximos ejercicios 55 millones de euros. De éstos, once corresponden a empresas constructoras, y otros seis a la adjudicataria de la recogida de las basuras y la limpieza de las calles. "Debemos dinero a 1.070 empresas, a las que hay que sumar otras 750 que son del propio Aranjuez", explica el alcalde ribereño, el socialista Jesús Dionisio.
Contabilidad "caótica"
"La contabilidad municipal era tan caótica que al abrir un cajón nos hemos encontrado con decenas de facturas cuyo montante es de 29,2 millones de euros. Todas pertenecen a acreedores a corto plazo y que además no han sido contabilizadas dentro de las cuentas del Ayuntamiento. Así se ha funcionado en los últimos años", señalan fuentes municipales consultadas por EL PAÍS.
La pregunta al ver estos paupérrimos resultados económicos surge inmediata: ¿cómo ha podido llegar un Ayuntamiento a esta situación? La respuesta que da el equipo de Gobierno incluye varios puntos. El primero que apunta es al despilfarro del anterior equipo de Gobierno, del PP, a cuyo frente estaba José María Cepeda: "Hay que tener en cuenta que el 84,6% de toda esa deuda se ha generado en los dos últimos mandatos. Se ha gastado alegremente por encima de las posibilidades reales de este Ayuntamiento", señala el actual alcalde, Jesús Dionisio.
Además, hay que añadir la falta de cuidado en los ingresos o la firma de convenios con entidades a las que se ha ofrecido mucho sin exigir nada a cambio, según recuerda el alcalde. "Los acuerdos urbanísticos a los que se ha llegado en los últimos años no han resultado nada provechosos. Se han desaprovechado. Al entrar hemos tenido que renegociarlos para conseguir más dinero para el Ayuntamiento y mejores condiciones. Así ha pasado en los futuros barrios de La Montaña [donde irá el casino del municipio] y el de Las Cabezadas", recuerda el primer edil. Un informe municipal destaca el desequilibrio entre los ingresos y los gastos (mucho más altos estos últimos), en especial en el último mandato.
A ello se ha unido "el descontrol en las cuentas y el caso administrativo". La Concejalía de Hacienda instaló un nuevo sistema informático que, al resultar incompatible con el que existía antes, produjo la pérdida de infinidad de datos.
De hecho, Aranjuez lleva varios años sin que el Tribunal de Cuentas audite su contabilidad. "Han sido presentados dos planes de saneamiento que se han incumplido reiteradamente por parte de los anteriores equipos de Gobierno. Siempre han sido inviables", añade Dionisio.
Otro capítulo han sido "las malas compras": el Ayuntamiento adquiría todo lo que necesitaba a aquellas empresas que le fiaban o no le exigían un pago en un plazo razonable, lo que implica que no siempre fueran comprados los mejores productos o los más baratos. Las compañías fiadoras sobrecargaban de hecho los precios.
17 polideportivos o 1.000 viviendas para jóvenes
Si el Ayuntamiento de Aranjuez dispusiera de su deuda en dinero enefectivo, podría haber acometido diversas obras. El ejemplo que pone el equipo de gobierno, con su alcalde, el socialista Jesús Dionisio, a la cabeza, es que podrían haber sido construidos 17 polideportivos con un valor de seis millones de euros cada uno o haber rehabilitado el hospital San Carlos y haber construido a la vez 1.000 viviendas para jóvenes.
"Nunca pensamos que poner las cuentas al día iba a costarnos tanto tiempo. Al final de mucho esfuerzo hemos podido clarificar el estado financiero del Ayuntamiento", explican fuentes municipales.
Los principales problemas con los que se ha encontrado el nuevo equipo de gobierno son tres: la falta de traspaso de poderes entre los anteriores mandatarios del PP, por lo que nadie informó del estado real de las cuentas. A eso se han unido la falta de cuentas en los años 2001 y 2002. Por último, había decenas de facturas en un valor que no habían sido contabilizadas y que suman unos 30 millones de euros. "Todo esto ha llevado a un gasto caótico y excesivo, del que nadie tenía control", añaden fuentes municipales.
El Ayuntamiento reconoce que lo fácil en esta situación habría sido una gran subida de impuestos, reducir los gastos corrientes y las inversiones y eliminar la mayoría de los servicios existentes. De esta forma, el Consistorio se apretaría el cinturón y podría acabar con los 99,6 millones de euros que debe a sus acreedores.
Sin embargo, el alcalde y su concejal de Hacienda, Cristina Moreno Moreno, han optado por reunirse con los responsables de las distintas administraciones y renegociar el pago de la deuda. Ese trámite se realizará en las próximas fechas. Estaba prevista para principios de mayo, pero el cambio de Gobierno central ha obligado a replantearse las agendas y concertar una nueva reunión con los responsables de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social, según informaron fuentes municipales.
"Nos hemos propuesto renegociar con todas las administraciones para elaborar un plan de saneamiento económico que sea viable y real y evite soluciones traumáticas", añade el alcalde.
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