'La pasión según Don Quijote' une textos de Cervantes y músicas inspiradas en el hidalgo de la Mancha
Piezas de Richard Strauss, Antón García Abril y Georg Philipp Telemann inspiradas en el hidalgo de Cervantes e interpretadas por la Slovack Sinfonieta, orquesta de cámara del Festival de Salzburgo, conforman el repertorio musical del espectáculo La pasión según Don Quijote, en el que el actor Chete Lera pone voz a textos del autor alcalaíno. Además se proyectan en una inmensa pantalla de vídeo imágenes de "actitudes quijotescas" de la actualidad -como los voluntarios del Prestige o del 11-M- para demostrar la vigencia del mito cervantino. El montaje, que ya se ha visto en 29 teatros de toda España, llega ahora al teatro La Abadía de Madrid entre el 5 y el 9 de mayo, con dirección escénica de Emilio Hernández y musical de Juan de Udaeta.
"La pasión según Don Quijote hace referencia al dolor y al sufrimiento por las causas perdidas", explicó Emilio Hernández ayer en rueda de prensa en Madrid. "Representa la rebeldía frente al pensamiento único. La misma rebeldía de Cervantes frente a la Contrarreforma, que barrió el liberalismo renacentista en el que él se formó", explicó el director de escena. El espectáculo fue concebido dentro del proyecto Música en escena, que pretende acercar al público a las partituras, que no está incluido en los actos de celebración del cuarto centenario de la edición de El Quijote.
"No hemos elegido otras piezas porque queríamos respetar la fuerza orquestal y en un teatro no caben más de 30 músicos", contó Udaeta, en referencia a otros compositores que se inspiraron en El Quijote como Ravel, Manuel de Falla o Donizetti. "No había que poner música, sino encontrar un guante para una mano, una música que engarzase con el texto", añadió el director musical.
En la función se interpretan piezas de tres periodos históricos muy distintos. Se arranca con el barroco Don Quichotte, de Telemann, un conjunto de piezas descriptivas con orquesta de cuerda; se continúa con Don Quixote op. 35, de Strauss, un poema sinfónico de hondo contenido con el chelo y la viola como solistas; y el tercero es un canto actual dedicado a Dulcinea, de García Abril, "muy íntimo, popular y muy español", según Udaeta. "De Strauss se eligieron pequeños fragmentos y se adaptaron de una orquesta grande a una pequeña", prosiguió. "Estaba muy interesado en ver cómo salía porque normalmente se da el proceso contrario, de una pequeña a una grande, y pienso que ha quedado adecuado", argumenta. "Hubiera sido una vergüenza que no hubiese presencia de un compositor español, y García Abril es uno de los grandes aunque a él no le gusta que se diga", considera Udaeta.
Alicia Roldán, gerente de La Abadía, lamentó que la función esté sólo en cartel cinco días: "Nos gustaría programar La pasión según Don Quijote durante meses, pero con un aforo de 259 butacas y 30 maestros no salen las cuentas".
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