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LA FIESTA DE LA AMPLIACIÓN | LA EUROPA DE LOS VEINTICINCO

Los Veinticinco entierran su división

Los líderes de los antiguos y nuevos socios celebran en Dublín la mayor ampliación de la UE

Carlos Yárnoz

Fue el día de la Europa unificada. Desde Estonia hasta Chipre, desde Madrid a Varsovia, Europa fue ayer una fiesta, la fiesta de la gran ampliación, la de las alegres bienvenidas a los diez nuevos socios de la Unión Europea que desde ayer se han sumado a un proyecto que ha derribado los muros que separaban el Este y el Oeste. Reunidos para la ocasión en Dublín, la capital de turno de la UE, los líderes europeos avalaron y celebraron ese Día D de la Europa unida, la que cuenta ya con 25 Estados (un 48% más que hasta ahora), 455 millones de habitantes (un 20% más) y un Producto Interior Bruto de 9,2 billones de euros (sólo un 5% más). Ayer vio la luz la Europa de los 25.

"La ampliación es la prueba del éxito de la Unión Europea", proclamó Bertie Ahern, primer ministro irlandés y actual presidente de la Unión. Es ésta la ampliación que "pone fin a la división artificial que el telón de acero nos impuso durante más de medio siglo", destacó el presidente de la Comisión, Romano Prodi. "No debemos olvidar nunca que de la guerra hemos creado la paz; del odio, el respeto; de la división, la unión; de la dictadura, democracias; de la pobreza, prosperidad".

El 1 de mayo figurará de manera muy destacada en todos los libros de historia
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Ése fue el mensaje de Ahern a los líderes al describir los trascendentales avances que se han producido a partir del sueño de Robert Schumann en 1950 que tuvo su primera concreción en la Comunidad del Carbón y del Acero (CECA) en 1957 por Francia, Alemania, Italia y el Benelux.

El 1 de mayo de 2004 figurará de manera muy destacada en todos los documentos y libros de la historia de Europa y del mundo. Nunca Europa, el continente donde se han producido las dos guerras mundiales e incontables conflictos fronterizos y étnicos, ha estado tan unida bajo la misma casa familiar, alrededor de un proyecto único basado en la democracia, la paz, la estabilidad y el progreso. "Tiendo mi mano de amistad a los ciudadanos europeos que se nos han sumado hoy a la Unión Europea", señaló Ahern en el castillo de Dublín, donde comenzaron los actos.

Son ya 25 los países que aceptan caminar juntos hoy en una asentada unión comercial y económica y mañana en una unión política. Siete países que hasta hace 15 años todavía vivían de espaldas a Occidente incluidos en el bloque soviético (Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia), otro ex yugoslavo con pasado comunista (Eslovenia) y las antiguas colonias británicas de Malta y Chipre se sumaron ayer a Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Irlanda, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Austria, Grecia, Portugal y España. "En los últimos años, habéis estado llamando a la puerta de la mayor familia en Europa. Hoy, os la abrimos con la tradición irlandesa, con cientos y miles de bienvenidas", les dijo Ahern a los últimos llegados a la casa europea.

Fue precisamente la nueva foto de familia uno de los actos más simbólicos en Dublín, concretamente en Farmleigh, la histórica casona de la familia cervecera Guinness adquirida por el Gobierno y situada cerca de la residencia oficial de la presidenta irlandesa, Mary McAllese. Fue la primera vez en que los 25 posaron como miembros de pleno derecho del selecto y próspero club europeo, y la primera vez también en la que figuró en el grupo el nuevo presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

El momento culminante llegó a las seis de la tarde (las siete en España), cuando en la residencia de la presidenta fueron izadas las 25 banderas nacionales junto a la azul con 12 estrellas de la Unión Europea. Algunos periodistas del Este no pudieron contener las lágrimas. El Himno de la alegría, adoptado como el de la UE, puso el punto final al solemne y emotivo acto que concluyó con el intercambio de abrazos entre todos los dirigentes. En la cena, vinos eslovenos y franceses, todo un gesto de la nueva Europa que vio ayer la luz.

"Para Europa, la jornada de hoy marca el fin de un capítulo y la apertura de otro nuevo y atractivo en su larga historia", subrayó Ahern. Ni el presidente de la Comisión ni él ocultaron que quedan importantes retos por delante. Pactar la primera Constitución europea, dijeron ambos, es el más inmediato porque los líderes están convencidos de que las reglas actuales para gestionar la UE ya no sirven cuando para un club tan grande y diverso. "Es nuestro primer objetivo", porque, sin ella, tendremos "dificultades enormes", señaló Ahern. "Es fundamental que la aprobemos pronto", agregó Prodi.

Ahern ha iniciado las negociaciones al respecto con sus homólogos y anoche tuvo un primer contacto con Zapatero que lo ampliará dentro de dos semanas en Madrid. España, junto con Polonia, hicieron imposible el acuerdo constitucional el pasado diciembre. El vuelco electoral en España ha abierto ahora la posibilidad de que los 25 lleguen a un pacto el 17 de junio, la fecha que se han puesto como límite. En Dublín, el presidente polaco, Alexander Kwasniewski, aislado en este terreno desde la salida del club del español José María Aznar, comentó ayer que se siente "optimista" porque "sólo quedan dos o tres compromisos" por dilucidar. La lucha contra el terrorismo también destacada por Ahern y Prodi como uno de los objetivos de la nueva UE.

Por encima de esas profundas tareas, esta quinta y espectacular ampliación de la UE, la mayor de la historia del club, pone de relieve más que nunca el lema propuesto para la Unión de "unidad en la diversidad". Esta Unión tiene desde ayer 20 lenguas oficiales (11 hasta ahora), seis grandes países y 19 pequeños, una renta por habitante de los nuevos que sólo roza el 40% de los anteriores, 11 millones de agricultores (siete hasta anteayer) o problemas de vecindad aún no superados en su totalidad (el caso de Chipre es el más grave porque la UE acoge sólo a la parte sur de un país dividido). De ahí las precauciones de los antiguos socios, que han impuesto periodos de transición a los recién llegados, que tardarán al menos tres años hasta que sus ciudadanos se instalen libremente para trabajar, siete de media hasta que entren en el euro o al menos cinco hasta que puedan cruzar de Cádiz a Tallín (Estonia) sin pasaporte. Pero estas últimas barreras tienen ya caducidad. Después vendrán Bulgaria y Rumania. Más tarde, el resto de los Balcanes. Al final, quizás Turquía. Es la Europa unida la que avanza. La que ayer dio su mayor salto. Como dijo Ahern, "es el legado para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos; es un legado bueno y noble".

Niños y jóvenes lituanos ondeaban en la madrugada del sábado banderas de la Unión Europea y de Lituania en su capital, Vilnius.
Niños y jóvenes lituanos ondeaban en la madrugada del sábado banderas de la Unión Europea y de Lituania en su capital, Vilnius.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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