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El Ayuntamiento de Leganés deberá indemnizar a un bombero que quedó parapléjico al rescatar a un gato

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha ordenado al Ayuntamiento de Leganés indemnizar con 95.915 euros a los herederos de un bombero de esta localidad -ya fallecido- que quedó parapléjico en acto de servicio al caer desde un árbol cuando rescataba a un gato, en junio de 1997.

El bombero recibió la orden de rescatar a un gato de un árbol en la calle de la Batalla de Trafalgar, en Leganés, utilizando para ello una escalera de 3,5 metros cuando el animal se encontraba a más de ocho. El funcionario subió a la cruceta del árbol para seguir ascendiendo y cayó al suelo produciéndose lesiones, por lo que fue trasladado al hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Algunos de los daños sufridos eran permanentes, impidiéndole la movilidad desde seis centímetros por encima del ombligo.

En su recurso, el bombero alegó un funcionamiento anormal del servicio de incendios, por no haberse utilizado en el rescate los medios adecuados, mientras que el Ayuntamiento culpaba de lo sucedido a la víctima, "que actuó con temeridad, desoyendo las órdenes de un superior".

La Sala de lo Contencioso-administrativo del tribunal considera que de las pruebas testificales existentes "ni puede concluirse de forma categórica que el anormal funcionamiento del servicio fuera la causa de la desafortunada caída ni se puede aseverar sin ambages que la actuación temeraria del bombero fue la única causante del siniestro".

Los jueces se basan en las contradicciones existentes entre las declaraciones de los testigos del suceso recogidas en un acta notarial y lo que manifestaron después ante los jueces. Así, los testigos afirmaron ante notario que el bombero "siguió subiendo haciendo caso omiso de las instrucciones" y, sin embargo, ante el juez manifestaron que "se subió y luego se le indicó que bajase, pero probablemente no escuchó". La sala concluye que "en un principio el servicio no fue correctamente coordinado, ya que acudieron con una escalera de 3,5 metros y un bichero, a pesar de que en el camión en que llegaron tenían una escala de 10 metros". Pero también considera que el bombero "incurrió en una actitud imprudente", ya que al ver la altura a la que estaba el gato podría haber esperado a que le trajeran otra escalera.

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