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La familia del joven fallecido en Úbeda tras el disparo de un agente cuestiona la versión oficial

El padre de la víctima acusa a los policías de haber permitido que su hijo se desangrase

Ginés Donaire

La familia de Miguel Ángel Senovilla Ráez, de 21 años, cuyo cadáver fue hallado el viernes por la tarde en un olivar de Úbeda (Jaén) con un tiro en la espalda, 18 horas después de verse implicado en un altercado con una patrulla de la policía, cuestionó ayer la actuación de los agentes y la versión oficial que se ha ofrecido de los hechos. La policía ha asegurado que el arma se le disparó a un agente de "forma accidental". El padre del fallecido, Arturo Senovilla Pérez, afirmó ayer que lo ocurrido es "un asesinato", pues su hijo estuvo "18 horas desangrándose como un perro" tras el enfrentamiento con la policía.

Según la policía, en la madrugada del pasado Viernes Santo, sobre las 2.30, dos agentes intentaban identificar en pleno casco antiguo de Úbeda al conductor de un vehículo por entender que éste había sido robado. La policía explicó, en un comunicado, que el hombre embistió con el vehículo contra los agentes e hirió a uno de ellos en el brazo. Fue en ese momento, según los agentes, cuando a uno se le disparó su arma "de forma accidental". Pese a todo, el joven, que tenía antecedentes policiales por sustracción de vehículos, emprendió su huida a toda velocidad por la Redonda de Miradores, la circunvalación del casco histórico de Úbeda.

El coche fue localizado un cuarto de hora después sin nadie en su interior y con un orificio de bala en la chapa y rastros de sangre en el asiento del conductor. Sin embargo, el cuerpo sin vida del joven no se localizó hasta las 20.30 horas del viernes, 18 horas después, en un olivar cercano al lugar del altercado. Estaba sentado apoyado en un olivo, con la camisa semiabierta y presentaba un orificio de bala en la espalda.

La familia del fallecido discrepa de la versión policial y no cree que el disparo del agente fuese fortuito. El padre de la víctima manifestó que el vehículo que conducía su hijo no era robado, sino que se lo había dejado su novia, y lamentó que la policía no intensificara la búsqueda del joven una vez localizado el coche pues todos los indicios apuntaban a que podía encontrarse malherido. "Esto es un asesinato, pues mi hijo ha estado 18 horas desangrándose como un perro", dijo el padre de la víctima.

Investigación interna

El comisario jefe de Jaén, Justo Aguilera, calificó los hechos como "lamentables" y confirmó que se ha abierto una investigación interna para aclarar lo sucedido. La policía científica realizará hoy una inspección ocular y un peritaje en el lugar donde ocurrió el altercado. Además, se le ha retirado el arma al agente al que, supuestamente, se le disparó de forma accidental y tampoco se descarta alguna medida cautelar contra él en las próximas horas.

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También el vehículo se encuentra en dependencias policiales a la espera de la inspección ocular y de la investigación, que tendrá en cuenta los testimonios de los testigos del suceso, según señaló el comisario. Paralelamente, el Juzgado de guardia de Úbeda ha abierto diligencias para investigar lo sucedido, aunque la familia del joven fallecido no confirmó ayer si se iba a personar como acusación particular en el caso.

Familiares y amigos de Miguel Ángel Senovilla trasladan el féretro de éste, ayer en Úbeda.
Familiares y amigos de Miguel Ángel Senovilla trasladan el féretro de éste, ayer en Úbeda.FRANCISCO TRIGUEROS / DIARIO JAÉN

Rabia contenida en el sepelio

El entierro del joven Miguel Ángel Senovilla Ráez tuvo lugar ayer por la mañana entre escenas de tensión y rabia contenida. Primero se celebró el funeral en la iglesia de San Miguel y, más tarde, el cuerpo sin vida del joven ubetense, fue portado a hombros de familiares y amigos hasta el cementerio de San Ginés, donde recibió sepultura entre los sollozos de sus padres, que no paraban de reclamar justicia.

Pese al estupor por la muerte del joven en extrañas circunstancias, el sepelio transcurrió con aparente normalidad, aunque algunos familiares y amigos lanzaron gritos contra la policía, ausente durante el entierro.

Mayor tensión se vivió en la tarde-noche del sábado, cuando un centenar de personas que aguardaban en el cementerio a que se le practicase la autopsia al joven se encaró con gritos e improperios contra los efectivos policiales que custodiaban el camposanto. El padre del fallecido protagonizó la noche del Viernes Santo una escena que no pasó desapercibida para muchos ciudadanos que participaban en el desfile procesional. Cuando la imagen del Nazareno pasaba por las inmediaciones de la Comisaría de Policía, Arturo Senovilla se postró ante él reclamando en voz alta justicia por la muerte de su hijo.

En ese momento, el padre se encontraba cerca de la comisaría porque había sido citado por la policía para informarle sobre lo ocurrido.

El juez que está encargado del caso ha declarado el secreto de las actuaciones.

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