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DEBATE PRESUPUESTARIO EN LA UNIÓN

Siete países ricos de la UE, contra España

Los contribuyentes netos al presupuesto exigen que los fondos europeos vayan a los 10 nuevos socios de la Unión

Carlos Yárnoz

La reunión de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) en el hipódromo de Punchestown (Irlanda) dejó ayer establecido el frente de países ricos opuestos a que España y otros socios actuales de la Unión sigan percibiendo una buena parte de los fondos regionales y de cohesión. Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Suecia, Austria y Dinamarca coincidieron en que esas ayudas europeas deben concentrarse en los diez países que el 1 de mayo se incorporan a la UE. El debate no ha hecho más que comenzar pero, de triunfar las tesis de los siete, se quedará muy corta la ya prevista pérdida del 30% de los 6.000 o 7.000 millones anuales que ahora percibe España en ese concepto.

La Comisión propuso en febrero dedicar a esas arcas comunitarias el 1,24% de la Renta Nacional Bruta, lo que supondría 926.000 millones de euros en ese periodo de siete años, de los que 336.000 irían a parar a la política de cohesión. De esta cantidad, según los cálculos de la Comisión, la mitad sería para los nuevos socios de la Unión y la otra para los actuales, donde seguirá habiendo regiones con derecho a recibir fondos por su bajo nivel de desarrollo (Extremadura, Andalucía o Galicia) y otras que disfrutarán de un periodo de transición (Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla).

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Por el contrario, los siete exigieron al unísono que se rebaje al 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión el dinero dedicado a las arcas comunitarias a partir de 2007 (hoy es el 1,09% para Quince) y que las ayudas se concentren en los nuevos socios por estar menos desarrollados.

El ministro británico, Gordon Brown, ya había anunciado una contundente intervención en esa línea, pero fue su homólogo alemán, Hans Eichel, quien abrió el fuego en el primer debate que el Ecofin mantiene sobre las próximas Perspectivas Financieras o marco plurianual para el periodo 2007-2013. Eichel cree que la propuesta de la Comisión "no es equilibrada" y que los fondos europeos deben "concentrarse" en los nuevos Estados de la Unión, según informaron asistentes a la reunión.

En tono más contundente, según esas fuentes, le siguió Brown, quien dijo "no entender" la partición de los fondos a medias entre los actuales y los nuevos socios. "Los países ricos deberían transferir a los nuevos; tendríamos que concentrarnos en éstos y la propuesta no va en ese sentido", agregó el holandés Gerrit Zalm, uno de los más firmes representantes del grupo de países contribuyentes netos al presupuesto de la UE.

En idéntica línea se expresó el francés Nicolas Sarkozy, que se estrenaba en esta cita como nuevo ministro de Finanzas. Para él, hay que "privilegiar" a los nuevos países de la UE. El sueco Bosse Ringholm insistió y añadió que no le parece lógico que el 70% de los futuros presupuestos de la Unión vayan a la política de cohesión (30%) y a la Política Agrícola Común (PAC). El austriaco Kart-Heinz Grasser y el danés Thor Pedersen se limitaron a remachar similares argumentos.

En el frente opuesto, se situaron España, Portugal y Grecia. Rodrigo Rato, vicepresidente español en funciones que había consensuado su intervención con su sucesor, el actual comisario Pedro Solbes, señaló que, en el futuro reparto de los fondos, deberá tenerse en cuenta a las regiones que, por puro efecto estadístico al incorporarse a la Unión regiones menos favorecidas, tendrán una renta por habitante superior al 75% de la europea y, por tanto, no serán consideradas objetivo 1 para percibir más ayudas. Es el caso de Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla. Rato agregó que el 1,24% de Renta Nacional Bruta de la Unión "es el nivel mínimo para responder a los desafíos de la UE". También Maria Manuela Dias Ferreira, ministra de Portugal, rechazó cualquier rebaja del presupuesto para la Política de Cohesión "porque el derecho a la solidaridad no es exclusivo de algunos Estados". El griego Nickolaos Christodoulakis, defendió en general la propuesta de la Comisión.

Así planteado el debate, es más obvio que nunca que los países ricos quieren reducir el presupuesto futuro de la UE y que la única opción que se plantean consiste en rebajar la partida de la Política de Cohesión, al menos en la parte que les corresponde a los actuales países de la UE. Por eso, fue significativa la intervención del ministro italiano, Giulio Tremonti. Tremonti dijo que aceptaría discutir una rebaja presupuestaria global, pero no sólo a cuenta de los fondos, sino también de otros capítulos. No mencionó la PAC, por ejemplo, de la que Francia es la más beneficiada.

La línea oficial de la Comisión la defendió ayer en Punchestown su presidente, Romano Prodi, quien explicó que ayudar a las regiones menos favorecidas de la UE actual acabará beneficiando a todos porque su retraso supone un lastre a la hora de conseguir que Europa se convierta en la economía más competitiva del mundo. El principal defensor de la Política de Cohesión ha sido el hasta ahora comisario de Política Regional, Michel Barnier, pero acaba de ser nombrado ministro de Exteriores y España ha perdido uno de sus principales valedores.

Aunque las posiciones han quedado ya claras, la discusión continuará al menos hasta junio de 2005. La incorporación, el 1 de mayo, de los diez candidatos (Polonia, Letonia, Lituania, Estonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre) apoyará la pretensión de la Comisión de no rebajar el límite presupuestario del 1,24%, pero introducirá otros factores distorsionadores. Eso sí, según las actuales reglas, ningún país puede recibir ayudas que superen el 4% de su PIB (en el caso español ronda el 1%). Será esa otra posible fuente de ahorro para los ricos y contribuyentes.

Rodrigo Rato, en el centro, sonríe rodeado de sus colegas del Ecofin, ayer en Punchestown (Irlanda).
Rodrigo Rato, en el centro, sonríe rodeado de sus colegas del Ecofin, ayer en Punchestown (Irlanda).REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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