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CDC achaca su retroceso electoral a que no se mostró útil para "echar al PP"

El consejo nacional de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Jordi Pujol y Artur Mas, analizó ayer los resultados del 14-M, y sus dirigentes, según varias fuentes consultadas, coincidieron en el análisis: si CiU perdió 5 de sus 15 escaños fue en parte por la equidistancia que mantuvo entre el PP y el PSOE. "No se nos vio como una opción útil para echar al PP", admitió el secretario general del partido, Artur Mas.

El líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran, fue el número uno de CiU y dentro de la coalición nacionalista los dirigentes democristianos han sido habitualmente más próximos al PP que la mayoría de CDC. En la reunión de ayer no hubo críticas explícitas a Duran, quien mantuvo durante toda la campaña una equidistancia total entre socialistas y populares, pero las conclusiones adoptadas dejaron claro que hoy enfocarían la campaña electoral de otro modo. Por lo menos en CDC.

Mas dijo ayer algo que nadie en CiU insinuó durante la campaña: "Preferimos un Gobierno del PSOE en España a uno del PP".

Jordi Pujol, artífice de los ocho años de alianza parlamentaria entre CiU y el PP, admitió que estos pactos habían "contaminado" a Convergència, según varios asistentes a la reunión del Consejo Nacional. Mas y una treintena de intervinientes propusieron que CiU trate de recuperar un espacio en el centro-izquierda y se despoje de la imagen "de derechas".

En el PP catalán, que perdió 6 de sus 12 escaños, Josep Curto, que fue presidente del grupo parlamentario autonómico en 1998 y 1999, exigió ayer la dimisión del presidente regional, Josep Piqué, y la convocatoria de un congreso extraordinario.

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