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Los hoteleros prevén una leve caída del turismo en Madrid por el 11-M

El sector sólo espera bajadas en Semana Santa en las grandes ciudades

El 11-M no ha cambiado la imagen de España como destino turístico seguro. Touroperadores, agencias de viajes, aerolíneas y hoteleros no han detectado cancelaciones masivas tras la tragedia. Sin embargo, todos coinciden en que, mientras los europeos que visitan España no parecen cambiar de planes, existe un riesgo real de que se retraigan mercados más lejanos como el japonés y, sobre todo, el estadounidense, muy sensibilizado con el terrorismo. El temor se centra a corto plazo en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, donde algunos hoteleros prevén bajadas de precios y una caída del 12% en las reservas de Semana Santa.

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El pasado jueves 11 de marzo, día del triple atentado de Madrid, y también el día 12, las ventas de viajes por Internet casi se paralizaron y las visitas a las agencias de viajes bajaron en picado. El fin de semana siguiente, marcado por las elecciones, en Madrid -cuyos hoteles se llenan de hombres de negocios de lunes a viernes y de turistas mayoritariamente españoles los sábados y domingos-, "el nivel de ocupación fue muy inferior al de un fin de semana normal, en algunos cassos cerca de un 30%", explica Jesús Martínez Millán, presidente de la Cúpula Asociativa de las Agencias de Viajes Españolas.

Fuentes hoteleras comparten la impresión de que, pese a verse afectada desde el punto de vista turístico, la capital española se irá recuperando progresivamente hasta alcanzar la normalidad. Tras subrayar la imagen de seguridad que Madrid tiene en Europa, Martínez Millán añade que la boda del Príncipe Felipe, el próximo 22 de mayo, ayudará a revitalizar el atractivo de la ciudad. "Equivale a una campaña de 1.000 millones de euros", subraya. La Confederación Española de Hoteles declinó dar estimaciones sobre el impacto.

Un portavoz del consorcio turístico Thomas Cook explica desde Alemania, segundo mercado turístico de España tras el Reino Unido, que "no hay preocupación por las zonas turísticas, pero en Madrid sí se ha optado por realizar algunos cambios de itinerarios para evitar grandes estaciones y lugares de aglomeraciones".

Ayer, en una entrevista a Catalunya Informació, el secretario general de la Organización Mundial de Turismo, Francesco Frangialli, auguró que el impacto del 11-M "no será muy fuerte" en España, por la "diversificación de su turismo, que no es tan sólo de playa", y por la existencia de una clientela más tradicional que fluctuante.

Pero a la hora de hablar de turismo de ciudad, los hoteleros no las tienen todas consigo. "El turismo es miedoso por naturaleza y, después del atentado de Madrid, está a flor de piel y prevemos cancelaciones", remarca Jordi Clos, presidente de la cadena Hoteles Derbi y del Gremio de Hoteleros de Barcelona, que cuenta entre sus asociados a cadenas internacionales como Hilton o Ritz Carlton. Este gremio estima que en Semana Santa habrá una caída del 12% en las reservas de plazas hoteleras de ciudades como Madrid y Barcelona.

Las agencias de viajes españolas no esquivan el riesgo de que los mercados que conocen menos España, como Estados Unidos, particularmente sensible a la amenaza terrorista desde el 11-S, y el de Japón, protagonicen un retraimiento de la demanda. "Japoneses y americanos no son quienes más nos visitan, pero sí quienes suelen gastar más", explica Martínez Millán. Si no vienen, se nota. Y, además, cuando la procedencia es lejana se suele aprovechar un viaje para apretujar en un mismo recorrido destinos, y el temor por el 11-M puede acarrear que no viajen a España ni a Europa.

"Los americanos viajarán menos, como ya ocurrió tras el 11-S", coincide un portavoz de Jetair Belgium, quien apunta que España, a diferencia de otros destinos como Túnez o Turquía, no provoca grandes inquietudes en los europeos por un atentado.

De todos modos, en el sector todo el mundo pide prudencia y tiempo para evaluar el posible impacto del 11-M. Esta semana, el presidente del grupo Marsans, Gonzalo Pascual, relativizaba el impacto del atentado para el turismo, pero apuntaba, cauteloso, que hasta que transcurra un mes no podrá saberse con certeza qué ocurrirá.

También desde el sector de los cruceros se pide tiempo. Tras el 11-S, los precios de los cruceros cayeron en picado y "la contratación de plazas se mantuvo gracias a los turistas europeos, que sustituyeron a los norteamericanos", recuerda Latitud 4, operador especializado en cruceros. En 2003, los norteamericanos volvieron a copar el 70% de este mercado. Tras el 11-M, no puede saberse el alcance de la retracción. Las navieras que operan en el Mediterráneo, como Celebrity, Royal Caribean o Radisson Seven Seas, no empiezan la campaña hasta primeros de mayo.

La cadena hotelera Sol Melià, muy fuerte en las zonas turísticas pero también presente en las grandes ciudades, no tiene constancia de ninguna bajada del nivel de reservas en Madrid. Tampoco ha detectado alteraciones su competidora Riu, que recuerda las buenas noticias procedentes de la Feria Internacional del Turismo de Berlín.

La playa de Salou (Tarragona), abarrotada de bañistas durante la pasada Semana Santa.
La playa de Salou (Tarragona), abarrotada de bañistas durante la pasada Semana Santa.JOSEP LLUÍS SELLART

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