Estabilidad de nacionalistas y regionalistas, con un suave alza gracias a ERC
Los partidos nacionalistas resistieron en general al voto útil y mantendrán en su conjunto su cuota en el Congreso gracias al espectacular avance de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Estos partidos, de naturaleza muy diversa, sumaron 33 escaños en el año 2000 y ahora repiten el número de diputados, a pesar de sumar entre todos ellos 283.000 sufragios más que hace cuatro años. En total, cosecharon 2,7 millones de votos.
En 2000 había ocho formaciones nacionalistas y regionalistas, las mismas que habrá en el nuevo Congreso. La entrada de la nueva coalición Nafarroa Bai compensa la pérdida del escaño del Partido Andalucista (PA).
No obstante, el paisaje de las formaciones nacionalistas en el Congreso será distinto como consecuencia del terremoto electoral que sufrió el nacionalismo catalán el 14-M. Convergència i Unió (CiU), que desde 1979 hablaba prácticamente como voz única de los nacionalistas catalanes, tendrá ahora que competir con ERC, aliado de los socialistas catalanes en la Generalitat y en el Senado. Los republicanos han recortado las diferencias de forma espectacular: en 2000, CiU contaba con 15 diputados y Esquerra, uno solo. A partir de ahora, la relación es de 10 a 8.
ERC obtuvo el domingo 650.000 votos, un crecimiento del 233% con respecto a 2000. Los 455.000 votos de más cosechados por ERC explican por qué, en su conjunto, los nacionalistas presentes en el Congreso aumentaron el número de votos, aunque no de escaños.
También subieron el Partido Nacionalista Vasco (PNV), en 63.000 votos -aunque mantiene los siete escaños-, y la Chunta Aragonesista, en 18.500. Los 60.600 votos de Nafarroa Bai se traducirán en un escaño.
En cambio, el resto de formaciones nacionalistas o regionalistas retrocedió. Los más castigados fueron CiU, con 141.375 votos -el 14,5% de su apoyo en 2000- y cinco diputados menos, y el Bloque Nacionalista Gallego. Esta formación pierde sólo un escaño -pasa de tres a dos-, pero la sangría de voto útil hacia el PSOE fue importante: perdió 100.600 votos, el 32,8% del apoyo que obtuvo en 2000.
El fuerte aumento de los socialistas en Canarias tuvo también repercusión sobre Coalición Canaria, el más firme aliado del PP en la última legislatura: pasa de 4 a 3 escaños tras perder 27.000 votos. El Partido Andalucista se queda fuera tras perder 25.000 sufragios, y Eusko Alkartasuna logra conservar su escaño pese a retroceder 20.000 votos.
