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Reportaje:

A la deriva en el Ártico

12 científicos rusos quedan atrapados en una masa de hielo flotante tras el choque contra un témpano

Doce científicos permanecen a la deriva, en medio de un témpano resquebrajado en el Ártico, a la espera de que las condiciones meteorológicas permitan rescatarlos. Los investigadores estaban en la estación Polo Norte-32 cuando el miércoles casi perecieron. La masa de hielo en la que se ubicaba su campamento (y con la que han recorrido durante un año 2.750 kilómetros) chocó contra otro témpano. Como resultado, el 90% de las instalaciones científicas y las viviendas se hundieron en las gélidas aguas nórdicas.

Vladímir Kóshilev, jefe de la expedición polar, fue quien avisó el miércoles por radio de que la estación estaba en peligro de naufragar. Como explicó por radio Kóshilev a los guardas fronterizos, a primera hora de la tarde el choque con otros témpanos hizo que el campo de hielo en el que se encontraba la Polo Norte-32 se fragmentara por varias partes causando el hundimiento de las instalaciones. No hubo víctimas entre los científicos, todos están sanos y salvos. Aunque perdieron los tractores, vagones de viviendas, centralitas eléctricas y combustible, aún tienen los productos de reserva guardados en las instalaciones de madera que no se hundieron (6 piernas de vacuno y un saco de pescado) y algunos generadores portátiles diésel.

El Centro Meteorológico de Rusia, responsable de la expedición, ha asegurado que la situación está bajo control y que hay "comunicación por radio permanente" con los miembros de la expedición. En realidad, los científicos han resuelto entrar en comunicación con tierra firme sólo cada seis horas, para ahorrar energía.

Un avión An-26 partió ayer hacia la base Nagúrskaya -el puesto fronterizo ruso más nórdico, en el archipiélago de la Tierra de Francisco José- con herramientas, combustible, ropa de abrigo y alimentos. Sin embargo, hasta anoche, el avión no había podido seguir hacia el lugar de la catástrofe, en el archipiélago de Spitzbergen, debido a las condiciones meteorológicas, concretamente el fuerte viento. Una vez que pueda, el avión lanzará en paracaídas su carga.

La evacuación de los exploradores será realizada por un helicóptero de transporte Mi-26, que volará acompañado de otros dos aparatos Mi-8. Además, otro avión con un grupo de especialistas encabezado por el explorador y diputado de la Duma Estatal, Artur Chilingárov, despegará hoy rumbo al archipiélago de Spitzbergen.

Los científicos ya se preparaban para su regreso a tierra firme, pues su misión debía concluir el 17 de este mes. Ahora regresarán 10 días antes de lo previsto. Nunca antes los científicos habían ido a la deriva en el lugar que ha investigado la base Polo Norte-32, y por ello no hay ruta conocida para llegar hasta donde ahora se encuentran los miembros de la expedición.

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