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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Roberto Otero, fotógrafo de Picasso

Bohemio, romántico, personaje de carácter y gran ternura, calado con su gorra marinera y su pañuelo anudado al cuello, Roberto Otero era un tertuliano con criterio y un navegante con historia, siempre a punto de partir en un crucero de altura, a vivir en el azul. La mitad de su vida era su yate Amaris, un velero alemán de hierro, de un palo, que amarraba en Palma y en Ibiza, una isla que hizo suya durante años en los sesenta. Ciudadano litoral, nunca dejó de preparar desde su experiencia nuevos proyectos y ediciones; ahora cuidaba la proyección en televisión de un documental sobre Federico García Lorca y también una muestra de sus fotos en Brasil. La anciana madre, de 99 años, y su hermana Nené le han sobrevivido en Buenos Aires. En las próximas semanas está previsto que se esparzan sus cenizas en el Mediterráneo. "Otero siempre recordaba que era 'ateo, comunista y republicano", dijo ayer Joan Punyet Miró, nieto del pintor Joan Miró y amigo del desaparecido, como lo seguían siendo hijos y nietos de Picasso y otros muchos artistas y escritores del ámbito internacional.

En 1984 Roberto Otero presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid una selección de fotos sobre el último Picasso, Rafael Alberti, en La Arboleda perdida, escribió: "Siempre hay algo sorprendente en estos múltiples rostros de aquel malagueño universal de la mirada inquisidora, taladrante, insufrible. Una gran parte de estas fotos fue vivida por mí junto a Roberto Otero en aquellos finales años de aquel escondido toro andaluz, bramando y corneando en las alturas de Mougins, en Notre-Dame de Vie, último e inolvidable hogar de Jacqueline y el pintor. Sería injusto no añadir que la esbelta y grácil figura de Aitana Alberti se movía también en medio de aquellos días tan fotografiados".

Otero se consideraba casi un miembro de la familia Picasso: "Eres mi sobrino único y preferido", solía decirle el pintor. Frecuentó la intimidad de Pablo Picasso en los últimos años de su vida, en Mougins y captó cientos de fotos en una década, imágenes interiores, familiares, sin público ni poses. Esta colección se ha exhibido en Madrid, Barcelona, Valencia, Montreal, Tokio o Buenos Aires.-

Roberto Otero, ante las fotos de su exposición en el IVAM.
Roberto Otero, ante las fotos de su exposición en el IVAM.JESÚS CISCAR

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