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Entrevista:Jostein Gaarder | PARA NIÑOS Y JÓVENES

"Los jóvenes deben darse cuenta de lo breve que es la vida"

Jostein Gaarder (Oslo, 1952) irrumpió en el universo literario en 1991 con El mundo de Sofía, traducido a 49 idiomas y del que se han llegado a vender cerca de 25 millones de ejemplares. Hasta entonces era un modesto profesor de filosofía en un liceo de Bergen, como lo fue su padre; nada ajeno a la literatura infantil y juvenil porque su madre, Inge Margreghe, presidía la Asociación Noruega de Escritores de Libros Juveniles. Hace 12 años que abandonó la docencia para dedicarse a la literatura y a la fundación de protección del medioambiente que creó con las ganancias de su primer libro. Después de éste ha publicado Vita brevis, El enigma y el espejo, El misterio del solitario y Maya, entre otras. Con La joven de las naranjas (Siruela), Gaarder vuelve a dirigirse a los más jóvenes con una historia en la que entran en juego el amor, la brevedad de la vida y los misterios que guarda el universo.

"Las niñas leen mucho más que los chicos. Ellos dejan de leer a los 11 años para volver a los libros a los 17 o 18. Mientras tanto juegan al fútbol"
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PREGUNTA. En esta novela hay una reflexión sobre el tiempo limitado que tenemos para vivir. ¿Es ése el meollo de la historia?

RESPUESTA. Mi primer impulso, desde que yo tenía unos diez años, ha sido hablar sobre esto. Me intrigaban los misterios, los enigmas del mundo y, a la vez, me daba cuenta de que yo estaba aquí, en este planeta, por un tiempo muy breve. De alguna manera me daba cuenta de que es casi imposible percibir y descifrar el acertijo de la existencia que se combinaba con la tristeza de saber que la vida es sólo una visita corta.

P. Y nuestra única oportunidad...

R. Sí, sólo vamos a estar aquí una vez. Se puede decir también que éste es un libro, como dicen los franceses, sobre "la mer, la mort, l'amour". Porque es también, definitivamente, una historia de amor. En los tiempos actuales ya no decimos eso del mar, la muerte y el amor, sobre todo porque el universo ha tomado el antiguo interés que tenía el océano. Hoy tenemos una aprehensión distinta de estar en el planeta, pero además pertenecemos a la primera generación de seres humanos que tenemos plena consciencia de la historia y la geografía del universo. Por eso para mi personaje es importante el telescopio.

P. Usted recomienda al lector que viva con intensidad el presente.

R. Carpe diem, sí. Es importante que los adolescentes se den cuenta de lo valiosa y breve que es la vida. Cuando escribo historias como ésta para jóvenes, algunos me preguntan que por qué son tan tristes, pero a la vez me dicen que también te confirman en el auténtico valor de la existencia. Y es lo que me propongo: expresar mi propio entusiasmo de formar parte de ese gran misterio.

P. La muerte sigue siendo un gran tabú. El enfrentarse al momento de la muerte es algo de lo que no se habla. A pesar de verlo constantemente en las películas de ficción o los videojuegos, por ejemplo. ¿Intenta usted hacer pensar en la muerte, aunque de una forma sentimental y no violenta?

R. Es cierto que presento la muerte desde una perspectiva sentimental. Cuando fui padre por primera vez pensé en alguna ocasión cómo sería no ver crecer a mi hijo. Por eso imaginé esta historia en la que dejo al padre contarle a su hijo cómo conoció a esta misteriosa muchacha de las naranjas, cómo la persiguió y cómo finalmente esa historia se convierte en la forma en la que el padre se enamoró de la madre del chico. Pienso que la literatura es una forma de comunicarse con la gente que vivirá después de nosotros. Y ésa es la única forma posible en la que este padre logra volver a comunicarse con su hijo otra vez. Una carta que el niño pueda leer muchos años después.

P. La comunicación entre padres e hijos suele ser difícil, sobre todo para ciertos asuntos vitales.

R. Este padre se da cuenta de que es en ese momento o nunca, y por eso decide escribirle a su hijo. Pero estoy de acuerdo con usted, en nuestra sociedad actual hay muy poco contacto entre padres e hijos pequeños. Vivimos en mundos distintos, tanto que los padres ven sus programas en un televisor y los hijos en otro para no discutir. El caso de este hijo es que su madre se ha vuelto a casar, tiene un nuevo padre y ha olvidado por completo al padre biológico hasta que recibe la carta. Una situación difícil para él.

P. Usted ha sido profesor durante muchos años. Quizá por eso adopta muchas veces una actitud más didáctica que estrictamente literaria.

R. Tal vez haya un elemento pedagógico en mis novelas y la razón es el deseo de compartir con mis lectores una perspectiva sobre el mundo. El mundo de Sofía era definitivamente un libro de intención didáctica, pero yo considero que los otros son novelas en las que se plantea la evolución de la persona.

P. Sus libros siempre presentan interrogantes, quizá por su formación como filósofo.

R. La combinación es importante, porque el elemento ético tiene relevancia en la historia. Especialmente para los jóvenes lectores, que quieren descifrar siempre los misterios. Como en El misterio del solitario, en el que hay capas de intrigas en la historia, pero también hay inspiración para resolverlas. En Maya hay una pregunta: un hombre joven y uno mayor se encuentran y el viejo de pronto se dice, tal vez este joven se cree un ser tan extraordinario como yo me sentía entonces. Hay un mechero mágico que les ofrece la oportunidad de vivir una vida extraordinaria o no morir nunca. El joven elige lo mismo que el mayor. Y mucha gente me ha dicho que no le gustaría ser inmortal. En este libro se plantea lo opuesto. Cuando se enfrenta a su muerte, el padre se pregunta si no hubiera sido mejor elegir el no haber nacido nunca. Y la respuesta es difícil.

P. Es una respuesta difícil, pero todos sus personajes viven una vida confortable. Supongo que sería mucho más complicado hacérsela a alguien en un país muy pobre, que viva en condiciones infrahumanas.

R. En la India, tanto los hinduistas como los budistas dicen que la salvación consiste en escapar de la existencia. Y estoy de acuerdo con usted en que estoy bastante condicionado por la cultura en la que vivo y no por la india, por ejemplo. Esta aproximación más conforme con la vida quizá sea más occidental, en otras se considera que la vida es algo cíclico. Nosotros vemos la vida de una forma más lineal. Es importante sentirme parte de la naturaleza, pertenezco a ella, soy naturaleza.

P. En esta novela hay varias escenas en España. ¿Siente alguna predilección por estos paisajes y ciudades?

R. Es curioso, en Maya también hay escenas en Sevilla y Madrid. Cuando empecé a escribir sobre las naranjas en esta historia no imaginaba que iba a terminar también en Sevilla, pero salió así. Es una ciudad que me fascina, además de Salamanca, Madrid y Barcelona.

P. Este año obtuvo el Príncipe de Asturias J. K. Rowling, una escritora que, al igual que usted, ha despertado el amor a la literatura entre los niños. ¿Cree que este tipo de libros son importantes?

R. Creo que fenómenos como el de Harry Potter son muy importantes porque han hecho que muchos niños se acerquen por primera vez a la literatura. En muchos de los países a los que viajo me suelen decir que las niñas leen mucho más que los chicos y que éstos dejan de leer cuando cumplen 11 años para volver a los libros a los 17 o 18. Mientras tanto juegan al fútbol. Pero ahora, con Harry Potter los ves haciendo colas larguísimas para comprar el último libro de J. K. Rowling. Y eso va a abrir los ojos a miles de jóvenes para descubrir los placeres de la lectura.

El escritor noruego Jostein Gaarder, autor entre otras obras de 'El mundo de Sofía'.
El escritor noruego Jostein Gaarder, autor entre otras obras de 'El mundo de Sofía'.LUIS MAGAN

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