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Reportaje:

Oferta del siglo pasado

Una tienda de Valencia pone a la venta algunos productos a precios de 1953 para celebrar su 50 aniversario

Nieves García y su hija miraban ayer las fotos del escaparate por si se reconocían en alguna. No hubo suerte, aunque esta vecina de Russafa recordaba cómo iba con su madre a la tienda Julián López en el centro de Valencia, la primera de la firma textil valenciana, y le regalaban retales sueltos para que vistiera a sus muñecas. Ayer decidieron aprovechar los precios de 1953 que la firma marcó en algunos productos para celebrar su 50 aniversario y se cargaron de regalos para Navidad: nueve fulares y también algunos pañuelos de caballero, cada uno a 0,59 céntimos de euros o, lo que es lo mismo, a 99 de las antiguas pesetas. Madre e hija destacaban que, por ejemplo, los fulares marcaban seis euros como precio original.

Javier Enrich, responsable de marketing de la firma valenciana, explicaba ayer que para celebrar los 50 años Julián López ha puesto a disposición de sus clientes 15.000 pañuelos de hombre, otros tantos fulares y 30.000 metros de tela a 0,59 euros la unidad. Una oferta que mantendrán hasta que se acaben las existencias, que ayer corrían serio peligro de extinción tras la avalancha de compradores de la mañana. A esta oferta se une un "regalo" de un tercio del valor de otras compras. "A las nueve de la mañana la cola [de clientes] daba la vuelta a la manzana", subrayaba Enrich, que vio sus previsiones ampliamente superadas por la gran afluencia de público. "Ha sido espectacular", comentaba a mediodía.

La promoción se centró en su establecimiento de la calle de Periodista Azzati, el primero que se abrió y al que con el tiempo le han seguido ocho más: uno de ellos en Valencia y el resto en Alicante, Castellón, Albacete, Madrid, Sevilla y Zaragoza. La evolución del negocio en número de establecimientos también ha ido acompañada de la ampliación de su oferta, que desde hace seis meses incluye también su línea de ropa para el hogar.

En el establecimiento se mezclaban ayer las clientas habituales con las que acudieron atraídas por la oferta. El "las" en femenino y plural se debe a que buena parte de la clientela es femenina aunque también tienen en su lista de habituales a modistos y diseñadores.

A la hora de cierre al mediodía de ayer, 13.30 horas, los dependientes seguían cercados por clientas. Otras hacían cola para pagar en la caja de una de las cuatro plantas del establecimiento. Media hora más tarde la tienda aún permanecía abierta. Francisco Javier Tarazona, dependiente de la firma desde hace 43 años, comparaba la afluencia vivida ayer a "Julián López cuando se ponía de rebajas hace 25 años". El dependiente explicaba que le pedían "de todo" y comentaba divertido que la pregunta "más repetida" era si todos los productos del establecimiento estaban a 99 pesetas.

"El problema no es comprar, sino pagar", defendía Isabel Rodríguez, que aseguraba llevar más tiempo esperando a que le cobraran que en decidir lo que se llevaba. La joven valenciana se mostraba satisfecha con los pañuelos que llevaba aún en la mano, "que están muy bien". "No hay demasiadas horteradas", aseguraba para después bromear y añadir que ya tiene regalo de reyes "para media familia".

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Todos no tuvieron la misma suerte. Una clienta buscaba una tela que al final no pudo comprar. "Hay muchísima gente", comentaba.

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