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Entrevista:JOSÉ MARÍA TOMÁS | Arquitecto

"El puerto se ha integrado en la ciudad"

En los últimos años José María Tomás ha estado dedicado a dos proyectos vitales para el futuro de Valencia. Uno está a punto de culminar, la ampliación de la Feria más antigua de España, de 1917. Tomás se ha inspirado en Tokio y Singapur para definir un modelo de actuación caracterizado por la ampliación de las instalaciones feriales ya existentes y consolidando así su integración en la trama urbana de la ciudad.

Para el otro proyecto ganó un concurso de ideas. Es la reconversión de la dársena interior del puerto, que ahora forma parte de la puesta a punto del conjunto del puerto de Valencia para recibir la Copa del América. Un gran acontecimiento que enfrenta a esta urbe mediterránea de 738.000 habitantes con la necesidades de construir unas señas de identidad renovadas que permitan a Valencia y a sus habitantes encontrar su lugar en el mundo.

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Pregunta. ¿Ha cambiado la filosofía del proyecto al convertirse Valencia en sede de Copa del América?

Respuesta. No, la Copa ha llegado en el momento oportuno. Se disponía ya de un terreno vacante y se habían desafectado los edificios modernos en la dársena, como Los Tinglados y los Docs. El proyecto que yo planteé se basa en la recuperación de los edificios para usos recreativos y culturales, que incluye un Museo del Mar y una escuela de vela. Ahora, para adaptarse a las exigencias de la Copa no creo que exija modificaciones importantes. Es lo que falta por ver.

P. ¿Y qué cree que ha decidido a los organizadores de la Copa para elegir Valencia en detrimento de otras candidatas?

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R. Seguramente lo que han visto es que ya contábamos de antemano con el espacio y la infraestructura de la dársena, y esto es una suerte indiscutible. Aparte de tener también un clima favorable.

P. ¿Y cómo se inserta este espacio marítimo en la ciudad?

R. El puerto de Valencia, que fue durante siglos uno de los más importantes, fue prácticamente destruido. Y sin embargo no debemos olvidar que fue Sede del Tribunal de Apelaciones de Derecho Marítimo, algo así como el Tribunal de la Haya. Y esto no era una broma. Por ahí pasaba todo el mundo comercial y cultural de Occidente y conformó una tradición marítima importantísima. Sin embargo, en los últimos tiempos no se había logrado integrar el puerto a la actividad urbana. Ahora podemos decir que es un hecho. La integración de la dársena es ya una realidad porque ofrece ese espacio portuario y marítimo para usos recreativos. Habrá que ajustar también las infraestructuras, las conexiones urbanas y los accesos que es lo que hará vivo y palpable la conexión a la ciudad. Además, será un revulsivo para la recuperación de los poblados marítimos que suman una población de 40.000 habitantes, y que es una de las asignaturas pendientes.

P. ¿El proyecto de uso recreativo es una idea similar a la de Maremágnum en Barcelona?

R. Más o menos, pero como el suelo es propiedad del Ayuntamiento es una ventaja enorme para garantizar la seguridad en el recinto.

P. Alguna voz escéptica, como la del sociólogo José Miguel Iribas, teme que después de los fastos de la Copa no se sepa qué hacer con la infraestructura.

R. A la hora de organizar algo de esta envergadura siempre hay un riesgo. Pero Valencia está preparada, es una ciudad de servicios y ésta es una oportunidad para convertirla en destino turístico. La Copa acelerará unas obras que ya tenían un destino previo, por lo que no se perderán, y estoy seguro de que Valencia responderá.

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