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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

De la atención a las personas mayores

He leído la carta que su periódico ha publicado, firmada por Elena Gómez, en la que acusa a un médico de un hospital de Madrid de trato inhumano por el problema suscitado con su abuela, de 88 años, y que padecía una enfermedad incurable en fase terminal. Aunque con una carta es imposible conocer el problema en todos sus términos, quisiera hacer algunas consideraciones, porque la atención a las personas mayores, y sobre todo si están enfermas, creo que es una asignatura suspensa en estos tiempos.

Una vez más, y esto sí que es humano, los pacientes, los ciudadanos, culpamos de los problemas que la sociedad tiene al profesional, funcionario o empleado que tenemos enfrente, aunque a veces pueda resultar injusto.

Por eso este profesional, sobre todo si cree cumplir bien su trabajo, se queda atónito en ocasiones como ésta, en las que el médico poco puede hacer si no es dar palabras de consuelo y quizás poner en contacto a la familia con los servicios de asistencia social correspondientes. Pero la verdad y la cruda realidad es que no existen suficientes plazas para enfermos que necesitan cuidados paliativos, y menos aún si éstos son personas mayores o muy mayores, como este caso.

Plazas hospitalarias, en número suficiente, donde se tenga experiencia en el cuidado y los tratamientos de enfermos así, son totalmente necesarias desde mi punto de vista.

Es casi imposible en las condiciones de vida y horarios de trabajo que en una gran ciudad tenemos la mayoría de los ciudadanos atender en casa adecuadamente a un enfermo de esas características, sobre todo si no tienes un apoyo de medios materiales y personas cualificadas que asistan, no testimonialmente, sino diariamente y durante un determinado y adecuado horario, a atender las necesidades de esos enfermos. Esto, agravado a veces por la falta de espacio y condiciones de los pisos, conlleva una situación que comprensiblemente puede desesperar a cualquiera.

Por eso, lejos de culpar a un profesional que no sería ése su cometido, lo que deberíamos hacer los ciudadanos es concienciarnos y pedir que se dote al sistema sanitario público de plazas más que suficientes para este tipo de enfermos, y a los servicios sociales que correspondan, atenciones suficientes a domicilio. La necesidad de atender a las personas mayores, estén gravemente enfermas o no, es acuciante y es uno de los retos del presente y del futuro, donde las atenciones sociales deberían ser un capítulo importantísimo en nuestra sociedad.

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