El Ayuntamiento se pone las pilas

¿Qué prioridades se marca la ciudad para los próximos cuatro años? ¿Qué intervenciones urbanísticas se prevén? ¿Qué y cuántos equipamientos habrá? ¿Cómo será la red de asistencia social? Estas cuestiones y un largo etcétera son las que definirán la actuación del Plan de Actuación Municipal (PAM), cuyas líneas se empezarán a discutir mañana en la comisión de gobierno. Mientras, los distritos ya han iniciado el proceso de participación para definir sus propuestas. Todo un síntoma, con la definición del presupuesto y las ordenanzas fiscales, de que el consistorio se ha puesto las pilas tras un periodo en el que su maquinaria ha ido a medio gas.

La convocatoria de las autonómicas, su repercusión en el consistorio y la traslación del resultado de las municipales, con un equilibrio de fuerzas mucho más repartido entre los socialitas y sus socios de ERC e ICV, han generado un cierto letargo en el Ayuntamiento. Hecho denunciado por la oposición, sobre todo por CiU, que insiste en que se "ha perdido un octavo del tiempo del mandato", según su portavoz, Joan Puigdollers. "Nada de eso", niegan algunos concejales que, no obstante, sí reconocen que el diseño del plan de actuación, en lo referente a la participación de los distritos, podía haber empezado antes.

Las normas reguladoras de la participación ciudadana se aprobaron a finales de 2002. No son tan amplias como las de la ciudad brasileña de Porto Alegre, pero sí al facilitar canales para que el ciudadano pueda expresarse.

En eso están los 10 distritos de Barcelona. Ciutat Vella, por ejemplo, ha iniciado una campaña con carteles en los equipamientos públicos y en la web para la recogida de peticiones. En el Eixample y Sant Andreu se quiere poner en práctica un sistema de voto electrónico después de recoger todas las sugerencias y peticiones. En Les Corts, el distrito ha distribuido 30.000 folletos en los buzones para que los residentes opinen. En Sarrià-Sant Gervasi se han organizado pequeñas exposiciones en diferentes equipamientos de barrio para explicar los procesos participativos.

La participación a través de las páginas web está llamada a ser uno de los canales básicos sin excluir los tradicionales, como la asistencia a reuniones. Los plazos abiertos a las sugerencias oscilan pero, como máximo, se tendrán que cerrar en enero, puesto que los planes de cada distrito se incorporarán al general. Para la elaboración de éste también está prevista la participación de los 23 consejos sectoriales, como los del Consejo Económico y Social, el de la Comisión Cívica para la Bicicleta y el de Inmigración. Además se prevé la participación individual a través de la web del Ayuntamiento (www.bcn.es).

El gobierno municipal trabaja ya en el diseño de las líneas generales del PAM, al que se incorporará el resultado del debate con los consejos sectoriales y los PAD de cada distrito. La aprobación inicial del PAM se realizará en la próxima comisión de Presidencia y Hacienda prevista para el 10 o el 11 de diciembre. Por tanto, su aprobación definitiva no podrá llevarse a cabo antes de febrero de 2004. "Es un proceso largo y complejo", afirma Assumpta Escarp, concejal del Eixample y de Participación Ciudadana. La incógnita es la respuesta ciudadana.

Todo el proceso culminará en un debate del Consejo de la Ciudad en la misma sesión de su constitución. El consejo estrá presidido por el alcalde, y la vicepresidencia corresponderá a algunas de las instituciones y entidades que conformen el consejo. Será el principal órgano consultivo y participativo de la ciudad, formado por 15 representantes de las instituciones más significativas de Barcelona, otros 15 de asociaciones, 15 más como personas de especial relevancia ciudadana, 15 ciudadanos escogidos aleatoriamente del registro ciudadano, un representante de cada uno de los consejos sectoriales y un concejal de cada uno de los grupos municipales. En total, casi un centenar de personas.