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Reportaje:

El Canal 'ahoga' el fútbol de barrio de Chamberí

La subida de tarifas de los campos que la entidad tiene en la calle de Pablo Iglesias pone en peligro a 15 equipos

Iván Delgado tiene 26 años y es maestro de un grupo de chavales de quinto de primaria en un colegio de Carabanchel. Eso por el día, porque por la noche Iván sale de su casa en Ciudad Lineal con la bolsa de deportes a cuestas para convertirse en el capitán del Celtic Castilla, uno de los equipos de fútbol de barrio con más reputación de la capital. Como Iván, más de 250 deportistas, pertenecientes a 15 equipos, juegan y entrenan en los campos que el Canal de Isabel II tiene en la avenida de Pablo Iglesias (Chamberí). Antes, los chicos jugaban en tierra, pero en 2000 la Comunidad de Madrid invirtió 300.000 euros en transformar los duros campos de tierra en la suavidad de la hierba artificial. Durante tres años, el Celtic y el resto de equipos que juegan en las instalaciones del Canal en lo único que notaron el cambio fue en la comodidad que supone jugar sobre verde. Hasta ahora. El Instituto Madrileño del Deporte, el Esparcimiento y la Recreación (Imder) es el responsable de las instalaciones del Canal. Este organismo, que depende de la Consejería de Educación, decidió en septiembre pasado "adecuar" las tarifas que cobraba a los equipos. "Antes, estos campos tenían una tarifa de campo de tierra. Pero este año nos dimos cuenta de que teníamos que ajustar los precios a la realidad de la oferta, que es de campo de hierba artificial", explica Juan Antonio Escudero, gerente del Imder.

Los vecinos achacan el incremento de los precios a que en los terrenos hay previsto construir viviendas

La primera medida que impuso el Imder fue cobrar la hora de alquiler del campo de hierba artificial a 53,90 euros, cuando antes los equipos pagaban 23,40. El partido pasó a costar 106 euros cuando antes costaba unos 40, según denuncian los equipos. El incremento fue tan descomunal que los clubes se quejaron al Canal porque sus precarias economías no podían asumir la subida. "Nos dimos cuenta de que ocasionábamos un perjucio a los equipos. Sobre esa subida hemos aplicado descuentos del 50% cuando, por ejemplo, los campos los usan los menores. Con esa bonificación la subida ya no es tan alta", señala Escudero.

La polémica de las tarifas no viene sola. Parte del terreno que ocupan los campos están recalificados como de uso residencial por una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. La recalificación está incluida dentro del convenio firmado este año por el Ayuntamiento con el Canal de Isabel II. "El convenio permite al Canal vender esos terrenos y que se construyan allí viviendas. Los vecinos nos oponemos, porque en la zona hay una gran carencia de instalaciones deportivas. Está claro que la subida de las tarifas va ligada a esta operación urbanística", denuncia Diego Cruz, presidente de la asociación de vecinos El Organillo.

El gerente del Imder niega cualquier vinculación. "Queremos ayudar al fútbol de barrio. Hemos invertido mucho dinero en arreglar los vestuarios que usa el Celtic, ¿cómo vamos a querer echarles?", afirma Escudero. El gerente añade que el Imder garantiza a los clubes que, si desaparecen los campos, podrán seguir entrenando en unos que están siendo construidos en el cercano Parque de Santander.

Desde el Celtic Castilla no lo ven tan claro. "Tenemos muchos problemas económicos para afrontar la subida de tarifas. Corremos el riesgo de desaparecer. Estamos en negociaciones con la Junta de Chamberí para que nos dé una subvención", explica Justo Aguado, presidente del club. "Parece que la labor social del Celtic al tener a tantos chavales haciendo deporte no computa para las administraciones", añade.

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Aguado es un funcionario que le dedica todo su tiempo libre al equipo. Todavía se acuerda cuando "los mayores" subieron hade dos años a Primera Regional. "Montamos una... Nos subimos hasta en una fuente que hay por el barrio". Ahora ya no son tiempos tan buenos. "Estamos en los primeros puestos de nuestro grupo. Pero hay incertidumbre de que el posible ascenso se vaya al traste como nos quedemos sin campo", denuncia Manolo González, entrenador. Y es que las instalaciones deportivas del Canal son prácticamente únicas en la zona centro.

Juan Pérez es presidente del Arsenal, otro de los equipos modestos que entrenan en el Canal. "La primera subida de tarifas era inviable. Con el descuento saldremos adelante, aunque con apuros", señala Pérez, que tiene a su nieto David jugando en una de las categorías de su club. "En Madrid el problema está claro: hay muchos equipos y pocos terrenos para jugar", concluye.

Clubes pequeños, ilusiones grandes

La Federación Madrileña de Fútbol (www.ffm.futbolbase.com) tiene registrados 2.660 equipos que juegan en la región con un total de 55.000 jugadores, según datos de su presidente, Vicente Temprado.

Pocos de los chavales que juegan en las categorías regionales llegan a estrellas, pero eso no impide que le dediquen el mismo empeño e ilusión que si jugasen en equipos de Primera División y cobrasen millones. "Entrenamos casi siempre por la noche y después del trabajo. Le tenemos que poner muchas ganas, sobre todo cuando vamos a jugar a algunos campos donde muchas veces nos insultan o tenemos que huir para que no nos apedreen", explica un jugador de primera regional.

Los equipos que juegan en municipios pequeños son los que más ayudas reciben por parte de los ayuntamientos, que suelen sufragarles los gastos de desplazamiento y, además, les permiten quedarse con parte del dinero ingresado en la taquilla.

En los municipios más grandes es otra cosa. En Alcobendas, por ejemplo, equipos con reputación en sus categorías como el Atlético Chopera, el Alcobendas o el Avenida juegan y entrenan gratis en los campos municipales. Pero sus jugadores no cobran ficha y no se quedan la taquilla. Los patrocinadores no son marcas de coches ni de refrescos; sino tiendas y bares de los barrios.

En la capital, la falta de instalaciones deportivas hace que conseguir un campo para entrenar se convierta en una auténtica odisea. "Nuestra lucha es que se hagan más campos y que se ayude a estos clubes, que ya de por sí tienen bastante con salir adelante con el poco dinero que manejan", concluye Temprado.

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