_
_
_
_

Los extranjeros compraron 35.000 viviendas nuevas en el litoral valenciano durante 2002

La inversión en segunda residencia alcanzó los 4.000 millones de euros

La planta hotelera y de apartamentos turísticos en alquiler se enfrenta en los últimos años a un doble desafío. Por un lado, los expertos advierten del peligro de la viabilidad del sector por sobreoferta; y, por otro, el crecimiento del mercado de segunda residencia va en detrimento de la cama hotelera. Según un informe hecho público por la firma de análisis sectorial DBK, los extranjeros adquirieron el pasado año 35.000 viviendas nuevas en la costa valenciana, una cifra que representa el 29% del total de las viviendas vacacionales ofertadas en el ámbito nacional.

Más información
España supera a Francia en recepción de turistas británicos

Después de Andalucía, la costa valenciana lideró en 2002 la venta de viviendas costeras con una inversión inmobiliaria que alcanzó los 4.000 millones de euros. Los turistas se han revelado como una variable clave en el auge de la construcción en la Comunidad Valenciana y, por tanto, en el encarecimiento de la vivienda nueva, con aumentos superiores al 15% anual de media, en el período 2000-2002. Un estudio hecho público a finales de octubre por la firma de análisis sectorial DBK, calcula que el peso de la inversión extranjera en el mercado de segunda residencia en la costa mediterránea crecerá en los próximos años hasta suponer el 50% de las ventas totales.

Según previsiones de la consultora, el coste de las viviendas nuevas vendidas en la costa, exceptuando las enclavadas en capitales de provincia, podría experimentar un incremento de alrededor del 20-24% anual, en el período 2003-2004. Para el presidente de Live in Spain, asociación que agrupa a una treintena de empresas que se denominan exportadoras inmobiliarias, Manuel Gandarias, el turismo residencial puede convertirse en un eficaz soporte de la actividad inmobiliaria, equilibrando la inevitable desaceleración de la demanda interna de vivienda. En su intervención durante el primer Foro de Turismo Residencial, que se celebró el 29 de octubre en Valencia, recalcó la importancia que el sector inmobiliario turístico representa para la construcción ya que, a su juicio, supone un "confortable" colchón en caso de una desaceleración de la demanda de primeras viviendas.

Sin embargo, el mercado de segunda residencia comienza a considerarse por parte de algunos sectores del sector hotelero y de empresas de apartamentos turísticos como una seria amenaza. El presidente de la Asociación Hostelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec), Pere Joan Devesa, explica que el mercado de segunda residencia no constituye en sí un peligro para el sector ya que, apunta, no tiene nada que ver la rentabilidad de la industria hotelera con el turismo residencial. Según Devesa, éste último precisa de atenciones específicas dado que se trata de una clientela de edad avanzada. "Los usuarios de hoteles vienen para realizar un gasto efectivo", apostilla. "Entendemos, por tanto, que la segunda residencia no entra en conflicto con el sector hotelero". El presidente de la patronal abunda que la explotación al margen de la legalidad que se pueda hacer de estas viviendas sí que podría ocasionar graves prejuicios. "Habría que averiguar cuántas de estas viviendas saldrán en alquiler sin control de la Administración".

Los alquileres opacos irán en aumento, según el sector

Manolo Cabezuelos, presidente de la Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (Aptur) cree que la nueva coyuntura va a favorecer el crecimiento de apartamentos que se alquilan irregularmente. "La gente utiliza la segunda residencia quince días al año, y el resto lo alquila", comenta.

El turismo residencial ampliará su oferta en la Comunidad Valenciana el próximo año hasta las 45.000 viviendas, según estimaciones de la asociación Live in Spain. Su presidente, Manuel Gandarias, apunta que, actualmente, la mitad de las compras de vivienda se atribuye a ciudadanos extranjeros. La Costa Blanca es un caso paradigmático. En 2002, la provincia de Alicante absorbió el 90% de la inversión inmobiliaria de la Comunidad Valenciana, cifra que representa el 25% de la inversión extranjera en España.

Para la consultora Exceltur -integrada por las cadenas hoteleras más potentes-, pese a que el número de turistas no ha dejado de crecer, los márgenes empresariales en los hoteles del litoral mediterráneo español han caído. Así, según datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH), la ocupación media en la Costa Blanca en 2002 fue de 72,4%, 19 puntos por encima de la media nacional.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_