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Reportaje:LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

La emergencia ya es cotidiana

Cruz Roja Española pide un esfuerzo económico y de medios para dar respuesta de forma estable al drama de las pateras

Soledad Alcaide

"Para Cruz Roja Española, la emergencia es ya una realidad cotidiana". Con estas palabras el informe Inmigración. Una apuesta por la dignidad, que la organización ha elaborado como documento interno sobre la situación en España de los extranjeros sin papeles, pone de manifiesto lo que casi cada día se refleja en las costas canarias y andaluzas, donde el goteo de embarcaciones que llegan repletas de personas se ha convertido en rutina.

"Hay zonas delicadas como Tarifa y Algeciras, en Cádiz, donde hay que dar respuesta todos los días a situaciones de emergencia", precisa Estrella Rodríguez, directora de intervención social de Cruz Roja. Se refiere a una labor humanitaria muy básica, salvar vidas, dar abrigo y ropa seca a personas empapadas, curar heridas, a veces producidas por quemaduras de la mezcla del gasóleo y el agua salada, y valorar si es necesario el traslado a un hospital cuando se producen hipotermias, deshidrataciones o insolaciones. Esa respuesta requiere medios económicos y material, pero sobre todo personas, que a menudo trabajan muchos días seguidos hasta la extenuación.

"Hace falta un debate sobre inmigración sosegado, que se traduzca en consenso"
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"Tenemos proyectos con el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso) y en ellos hay partidas destinadas a estas urgencias. Si un día, como la semana pasada, llegan de golpe muchas personas a la vez, se desborda el dispositivo". Rodríguez se refiere a que, a mediados de octubre, en menos de dos días llegaron en 12 embarcaciones 528 inmigrantes a las islas Canarias y a la costa andaluza.

"Se ha considerado siempre que la llegada de pateras era una situación puntual. Los años nos están demostrando que no, y sería necesario adecuar los recursos", continúa Rodríguez. Porque nada sugiere que vayan a dejar de llegar inmigrantes, sino todo lo contrario. "Hay mucha, mucha gente en Marruecos esperando embarcar", apunta. Las sequías, las guerras tribales y la pandemia del sida empujan a miles de africanos hacia el norte, porque en sus países no tienen salida. Sólo hasta el 15 de octubre, el Ministerio del Interior ha contabilizado la llegada de 15.985 inmigrantes sin regularizar, un 18,4% más que en todo el año 2002, cuando se detectó la llegada de 13.500 personas.

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Y España todavía sigue siendo uno de los países europeos con menos población extranjera. Aunque ha crecido -de 499.773 extranjeros residentes en 2001 se ha pasado a 1.448.671 hasta junio de este año, según el Gobierno-, el informe de Cruz Roja destaca que sólo representa el 3,46% de la población española. Mientras, en Alemania en 2002 se contaban 7,3 millones de extranjeros, en Francia 3,2 millones y en el Reino Unido 2,2 millones. En la misma fecha, en España había 1.324.000 extranjeros.

"Lo que queremos transmitir a las Administraciones es que, como esto se reproduce, es necesario que tengamos un programa estable", sostiene la directora de intervención social de Cruz Roja. Pero, añade, no se trata sólo de reaccionar a lo que sucede, "nos gustaría una actitud más activa".

Entre los problemas que se encuentran las organizaciones que trabajan con inmigrantes irregulares Cruz Roja señala la necesidad de una mejor coordinación entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. A menudo, estos últimos sufren la presión del primer contacto con la inmigración sin tener preparación ni medios.

La opinión de Estrella Rodríguez es que para abordar una solución "es necesario un debate sobre inmigración sosegado, que se traduzca en un consenso de todos, porque es más fácil enfrentarse a un problema cuando hay pilares en común que cuando no los hay". Por eso aboga por una imagen más positiva de la inmigración y cortar los discursos que la vinculan con la delincuencia.

Una opción es ver las cifras de otra forma. Porque, aunque hay más inmigrantes, su presencia es positiva en muchos aspectos. Uno es el aumento de altas en la Seguridad Social. Los extranjeros son ya el 5,36% de los cotizantes, según el informe.

Además, favorecen el aumento de la población, pero sobre todo compensan el envejecimiento. En los primeros meses de 2003 se alcanzó la tasa de fecundidad más alta de la última década. Uno de cada 10 niños nacidos en España es hijo de madre inmigrante. Este hecho incide también en el aumento del alumnado inmigrante, que crece este año un 42,5% sobre el curso anterior, lo que favorece el mantenimiento de centros escolares. Otro factor es la dinamización de la economía en algunos sectores. "La construcción, la hostelería y el servicio doméstico son los sectores donde más trabajan los extranjeros, procedentes en su mayoría de fuera de la UE. Le siguen la industria y la agricultura", prosigue el informe, que añade que la tasa de actividad de la población inmigrante se sitúa por encima del 77%, frente al 54% del conjunto del mercado de trabajo español.

La otra recomendación de Rodríguez es mirar a Europa, observar los modelos que se han impuesto en Francia o el Reino Unido y ver qué es lo que les ha salido bien y mal, y actuar en consecuencia.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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