Bodas estilo Las Vegas en Granada
El alcalde y un concejal casaron a dos parejas en sendos restaurantes de la capital granadina
Granada está un poco más cerca de Las Vegas, esa ciudad de Estados Unidos donde, además de apostar durante horas, uno se puede casar en casi cualquier sitio, capilla, restaurante u hotel. Eso, al menos, es lo que temen los concejales del grupo socialista del Ayuntamiento de la ciudad. Y esa preocupación se desprende de las últimas actuaciones casamenteras del alcalde granadino, el popular José Torres Hurtado, y sus concejales. En las últimas semanas, tanto Torres Hurtado como su concejal de Participación Ciudadana, han presidido matrimonios en sendos restaurantes de la ciudad.
La posibilidad de celebrar matrimonios en juzgados, que luego se abrió a ayuntamientos, puede ampliarse ahora al infinito con esta modalidad de alcalde-restaurante. Carlos Hita, concejal socialista, teme que los ediles del equipo de gobierno municipal se acaben convirtiendo "en casamenteros de Las Vegas".
Los afortunados que consiguieron sacar al alcalde y a su concejal del edificio consistorial para que los casaran no son gente cualquiera. Primero, el alcalde casó a una hija de un alto cargo municipal. Días después, el concejal de Participación Ciudadana le hizo el favor de casar a la hija de un relevante notario de la ciudad, según los concejales socialistas. Los oficiantes acudieron con todos los aparejos que acarrea el cargo (medallón incluido) y funcionario para apuntarlo todo muy bien y muy oficialmente.
El alcalde no ha considerado esta semana, cuando el diario Granada Hoy hizo público este asunto, que el hecho de que él o sus concejales acuda donde le digan sea un tema que interese a la ciudadanía. De todas maneras, y para evitar que las peticiones para llevarle a mesones, restaurantes de campo o merenderos con el atavío reglamentario y el funcionario de turno se amontonen en su secretaría, dio un paso atrás: si va a haber polémica, todos a los palacios municipales. Pero también defendió que las bodas en restaurantes no son ilegales y que, por tanto, podrán seguir celebrándose "a voluntad" y "en casos excepcionales". Sin concretar si la voluntad y la excepcionalidad del caso venía determinada por la alcurnia de los novios o del lugar de celebración.
A pesar de que el propio alcalde considera legal estas prácticas, los socialistas no las tienen todas consigo. Además de considerarlo un atentado contra la dignidad de una institución como el Ayuntamiento, Carlos Hita cree que es una muestra de lo que el PP entiende como servicio público: "Discrimina a los ciudadanos en función de su grado de proximidad o amistad", afirma. El edil socialista sostiene que las bodas así celebradas son directamente ilegales. Según Hita, la normativa municipal permite casar en el Ayuntamiento, en el carmen de los Mártires y en el Palacio de los Córdovas. Fuera de ahí, asegura, una norma municipal de 1995 sólo permite elegir otro sitio cuando causas imprevistas impidan usar estos recintos. Por ahora, dicen los socialistas, nadie ha acreditado esas causas para llevar la ceremonia de boda a los restaurantes. El grupo municipal socialista pidió esta semana los expedientes de ambas bodas para poder estudiarlo más a fondo.
El problema de las bodas municipales en Granada no ha quedado sólo circunscrito a estos hechos. Hace pocos días, el equipo de gobierno modificó una norma del último Ayuntamiento socialista que impedía celebrar banquetes en los palacios municipales del carmen de los Mártires y el Palacio de los Córdovas. Estos palacios estaban dedicados a celebrar estrictamente la ceremonia y a acoger numerosos actos culturales. Ahora, por el módico precio de 2.500 euros, cualquiera puede conmemorar su boda en estos monumentales sitios. Sin embargo, si uno es muy amigo de los concejales o el alcalde, a lo mejor puede intentar que estos se desplacen al restaurante. Es mucho más barato (sólo se pagan las tasa mínimas) y casi igual de vistoso.
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