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ASESINATO DE UN MILITAR ESPAÑOL EN BAGDAD

El PSOE evita responsabilizar al Gobierno, que no se plantea comparecer en el Congreso

IU, CiU y PNV relacionan el atentado con la actitud del Ejecutivo sobre la guerra

Las fuerzas políticas coincidieron ayer en lamentar y condenar la muerte de José Antonio Bernal, agregado de información en la representación española en Bagdad. Pero mientras el PSOE evitó cualquier lectura política del atentado, otras fuerzas nacionalistas y de izquierda exigieron al Gobierno que asuma su responsabilidad o que retire las tropas del país. Por su parte, el Ejecutivo, igual que tras la muerte del capitán de navío Manuel Martín-Oar el pasado agosto, reiteró su voluntad de seguir luchando contra el terrorismo y advirtió que no se ha planteado comparecer en el Congreso.

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El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de la Presidencia, Javier Arenas, declaró que el Ejecutivo no ve la necesidad de comparecer en el Congreso para explicar las circunstancias del asesinato de Bernal, pero aseguró que comunicará toda la información de que disponga a quien la solicite y a los medios de comunicación.

Tras una reunión oficial en el Ministerio de Administraciones Públicas, Arenas declaró que el Gobierno "tiene el récord" de comparecencias parlamentarias, y que estudia medidas para incrementar la seguridad en Irak "todos los días".

Arenas subrayó que "la presencia en Bagdad implica determinados riesgos, al margen de la función que se desempeñe" y recordó el compromiso de España contra el terrorismo, cuyo objetivo en Irak, dijo, es "impedir" la reconstrucción del país.

El vicepresidente segundo se refirió también a José Couso y Julio Anguita Parrado, los dos informadores españoles muertos durante la invasión Irak alcanzados por fuego del ejército estadounidense, y admitió que la sociedad española "aún no ha superado la consternación de su pérdida", aunque agregó que el Ejecutivo "hizo en su momento lo que tenía que hacer" y "se pidieron las explicaciones oportunas, que fueron contestadas por quienes debían".

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Desde la oposición, el PSOE se mostró extraordinariamente cauto. El portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, realizó una breve declaración en el Congreso de los Diputados sin admitir preguntas. Caldera expresó la "rotunda condena" del PSOE al atentado porque "cualquier acción terrorista es reprobable en todo momento y lugar", transmitió la solidaridad y el apoyo del partido a la familia y lamentó el "caos" que impera en Irak desde la guerra, que "tiene difícil arreglo y que va a continuar".

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó por la tarde, durante un acto con sindicalista de UGT, su dolor y condolencia por el asesinato del militar español, a quien se refirió como "un compatriota que ha muerto cumpliendo su deber".

Zapatero intervino en la sede central de UGT en un acto conmemorativo de los 100 años de la Federación del Metal, y sus primeras palabras fueron de recuerdo para José Antonio Bernal. El líder socialista declaró que todos los sindicalistas presentes participaban del sentimiento de condolencia, "compartido con "todos los españoles".

Mucho más contundente se mostró el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien advirtió que los españoles "están más en el punto de mira" a causa del alineamiento del Gobierno con las fuerzas ocupantes. El dirigente de IU manifestó su condolencia a la familia y condenó el atentado que costó la vida a Bernal, "que no tiene ninguna justificación", pero a renglón seguido subrayó el riesgo de estar en una zona "fuera de control", en la que el alineamiento con los ocupantes "pone aún más en el punto de mira" a los españoles.

Llamazares hizo un llamamiento al Gobierno para que "rectifique sus compromisos con la guerra" y busque una normalización de la situación "en el marco de Naciones Unidas".

Por su parte, Ignasi Guardans, portavoz de CiU en la cuestión de la guerra de Irak, preguntó al Gobierno "cuántos muertos hacen falta" para que asuma su responsabilidad sobre la situación. "La actuación del Ejecutivo ha sido gravemente irresponsable y frívola y nos puede salir muy cara", aseguró.

Guardans condenó el atentado contra José Antonio Bernal y trasladó su pésame a la familia, pero agregó que el Gobierno "todavía no ha explicado por qué pone en riesgo vidas humanas" y porqué las tropas españolas están en Irak y no "en Liberia, Zaire o invadiendo el Tíbet". El diputado de CiU pidió al Ejecutivo que aparque sus prejuicios ideológicos y su sumisión a la Casa Blanca y trabaje para transformas la ocupación de Irak en "verdadera misión internacional" bajo mando de la ONU.

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, pidió expresamente al presidente del Gobierno, José María Aznar, que retire de Irak a los soldados españoles. Según Anasagasti, Aznar prometió que "iba a sacar a España del rincón de la historia y lo único que ha hecho ha sido introducirla en el agujero más negro, en una batalla absurda, llevando soldados a la muerte".

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, ayer en Antalya (Turquía).
La ministra de Exteriores, Ana Palacio, ayer en Antalya (Turquía).EFE

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