Schröder lanza un duro ataque a Aznar: "Es bonito crecer gracias al dinero alemán"

El canciller alemán, Gerhard Schröder, salió en tromba contra los Gobiernos europeos, y especialmente el español, que le exigen cumplir el Pacto de Estabilidad y que, en caso contrario, asuma los reproches y sanciones de Bruselas. España fue ayer su objetivo por ser uno de los países que más se han distinguido en la defensa del Pacto (este año acabará con superávit) y por gozar de un fuerte crecimiento (0,7% en el segundo trimestre) frente a la recesión que sufre Berlín. "Es bastante bonito [el resultado español], pero no es tan difícil cuando más del 1% del PIB procede de las ayudas de Bruselas, a las que Alemania contribuye con más del 25%", declaró.

El canciller Schröder salió al paso de los comentarios hechos el día anterior por el presidente español, José María Aznar, quien puso en duda que Francia, con un déficit elevado y al borde de la recesión, pueda acoger el reactor internacional de fusión nuclear (ITER), al que también aspira España, que "tiene un presupuesto equilibrado y una tasa de crecimiento del 2%". España recibe anualmente unos 8.000 millones de euros en fondos europeos (regionales y de cohesión), de los que aproximadamente la cuarta parte proceden de Berlín, tal como recordó ayer Schröder.

No es, ni mucho menos, la primera vez que el canciller alemán y Aznar protagonizan un enfrentamiento a costa de las ayudas europeas que España recibe. En 1999, en plena negociación de las actuales perspectivas financieras de la UE para el periodo 2000-2006, Aznar bloqueó la cumbre de Berlín durante horas hasta que Schröder tuvo que ceder a las exigencias de Aznar, quien le había despreciado poco antes con la ya famosa frase: "Yo me fumo un puro".

Luego, ya en 2001, Berlín también censuró agriamente las amenazas de Aznar de bloquear las negociaciones de adhesión de los países candidatos hasta que la UE no estableciera un mecanismo para compensar a España por las pérdidas en ayudas que le supondría la entrada de países más pobres en el club europeo. En este caso, Schröder ganó porque Aznar tiró la toalla sin lograr un compromiso expreso del Consejo de la Unión para esas compensaciones.

Para Schröder, el Pacto es de Estabilidad y Crecimiento, y no sólo de estabilidad. "Puede haber circunstancias", argumenta, "en las que el límite del 3% debe ser respetado, si es posible, pero no a costa de un estrangulamiento" de la economía que frene el esperado repunte. El canciller reiteró en su comparecencia de ayer en el Parlamento que no estaba dispuesto a a sacrificar el crecimiento económico a costa de cumplir el déficit.

El Gobierno holandés se sumó ayer a los que explícitamente exigen a Bruselas que tome cartas en el asunto y adopte medidas sancionadoras contra Francia, especialmente, pero también contra Alemania. En mayo pasado, y en un gesto que se interpretó en la capital comunitaria como un comportamiento de mano blanda hacia Berlín, el Ejecutivo comunitario anunció que Alemania estaba poniendo en marcha las recomendaciones que Bruselas le había hecho para frenar el galopante déficit público.

Ayer, en el mismo debate parlamentario en el que Schröder atacó a Aznar, la jefa de la oposición, Angela Merkel, dijo que existe "el peligro de que se rompan diques en Europa", en obvia referencia a la crisis que puede desencadenar la profunda división que se está creando a costa del Pacto de Estabilidad entre los países que forman la unión monetaria.