Serrano Suñer, ministro y cuñado de Franco, fallece a los 101 años
Fue titular de Gobernación y Asuntos Exteriores entre 1938 y 1942
Ramón Serrano Suñer, ex ministro de Gobernación y de Asuntos Exteriores entre 1938 y 1942, al inicio de la dictadura franquista, falleció ayer en su domicilio de Madrid, a los 101 años de edad, a causa de una afección respiratoria, según informó Radio Intercontinental, emisora que fundó en 1950. La imagen de Serrano Suñer quedó ligada a la época de mayor compromiso público del franquismo con los regímenes fascistas europeos.
Serrano Suñer, nació en Cartagena (Murcia) el 12 de septiembre de 1901. Estudió Derecho y ganó plaza, por oposición, de abogado del Estado. Como tal fue destinado a Zaragoza, donde conoció al general Francisco Franco, que entonces dirigía la Academia General Militar y a la hermana de su esposa, Ramona Zita) Polo, con la que se casó. De ahí derivó su posterior sobrenombre de el cuñadísimo.
En Zaragoza entró en política y fue diputado por la CEDA de Gil Robles en 1933 y 1936. En julio de aquel año, tras la sublevación militar encabezada por Franco fue encarcelado en Madrid, pero la gestión de un socialista afín a la corriente de Indalecio Prieto, provocó su traslado a una clínica de donde se fugó en enero de 1937.
En 1938, al formarse el llamado primer Gobierno Nacional fue designado ministro del Interior y continuó con esta cartera hasta agosto de 1939, cuando pasó a denominarse de la Gobernación.
Ese mismo mes fue nombrado presidente de la junta política de FET (Falange Española Tradicionalista) y de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas, fundadas por Onésimo Redondo) que fue el conglomerado que el régimen ideó para fundir a falangistas, carlistas y jonsistas, como antecedente inmediato de lo que lo que se denominó, hasta la muerte del dictador, Movimiento Nacional.
Serrano Suñer, que no militó en Falange Española, fue amigo personal de su fundador, José Antonio Primo de Rivera.
Desde mayo de 1941 hasta septiembre de 1942 fue ministro de Asuntos Exteriores.
Es la época en la que su germanofilia propicia las relaciones más intensas del franquismo con el nazismo hitleriano, el fascismo de Mussolini y el régimen de Petain, en la Francia ocupada.
Serrano Suñer acompañó a Franco a la entrevista con Hitler en Hendaya y a la que el dictador mantuvo en Bordighera (Italia) con el duce, Benito Mussolini.
En septiembre de 1942, Franco aprovecha unos incidentes ocurridos entre carlistas y falangistas, a la salida del ministro del Ejército, general Varela, -afín a los primeros-, de la basílica de Begoña, en Bilbao, para remodelar su Gobierno y prescindir de Serrano Suñer, aunque muchos historiadores coinciden en señalar que el rumbo de la Segunda Guerra Mundial, frente al entusiasmo de Serrano Suñer hacia las potencias del Eje, junto al poder que acumulaba, determinaron que fuese apartado del Gobierno y sustituido por el general Francisco Gómez Jordana, que mantenía mejores relaciones con Gran Bretaña.
Desde ese momento su distanciamiento personal con Franco fue profundo, aunque se mantuvo como Procurador en Cortes -el remedo de Parlamento del régimen franquista- hasta 1957.
Nunca regresó a la política y se dedicó a la actividad privada como abogado, con despacho en Madrid.
En 1945 dirigió una carta a Franco en la que propuso, sin el menor éxito, algunas reformas.
Más tarde se inclinó por la monarquía de don Juan de Borbón, como solución al régimen de Franco.
En 1947 publicó De Hendaya a Gibraltar, sobre su paso por Exteriores y en 1977 un tomo de memorias. Además de fundar Radio Intercontinental, de la que era presidente de honor, participó en la creación de la agencia Efe, como servicio oficial de noticias y propaganda del bando franquista.
También obtuvo el premio Mariano de Cavia que concede anualmente el diario Abc.
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