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La Guardia Civil centra las investigaciones en personas del entorno de Sonia Carabantes

Los forenses aseguran haber localizado pruebas "muy claras" en el cuerpo de la joven

El director del Instituto de Medicina Legal de Málaga, Antonio García de Gálvez, confirmó ayer que el cadáver hallado el martes en un camino de la localidad de Monda es el de la joven de 17 años Sonia Carabantes, desaparecida desde el jueves. Los forenses aseguraron también que, pese al grado de descomposición que presentaba el cuerpo tras los días transcurridos, han obtenido pistas "muy claras", más que probablemente genéticas. La Guardia Civil ha intensificado la búsqueda en la zona, ha apuntado a personas del entorno de la joven y sugiere que tendrá resultados pronto.

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García de Gálvez informó a la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Coín de que el cuerpo hallado era el de Sonia Carabantes, ya que "no había nada que indicara lo contrario". Sin embargo, la identificación oficial no se producirá hasta hoy. Una de las últimas pruebas requeridas era el de un molde de la dentadura del cadáver que se envió a Suiza, en donde Sonia Carabantes vivió hasta hace dos años.

La afirmación de los forenses sobre las pistas de calidad halladas en el cuerpo se tradujeron ayer en el inmediato inicio de un operativo de búsqueda comandado por dos células de la Unidad Central de Operaciones (UCO) de la Guardia Civil que se han desplazado desde Madrid. Las afirmaciones de los forenses llevan a pensar en el hallazgo de pruebas capaces de contener una huella genética, un rastro de ADN, ya sean fluidos corporales -como semen o sangre- o bien pelos o trozos de piel.

Según fuentes cercanas a la investigación, los agentes se han centrado en el propio Coín y los pueblos de los alrededores a la hora de buscar a los responsables del crimen, ya que creen que su autor o autores la conocían. Así, a la luz de las nuevas pruebas obtenidas a partir del examen forense del cuerpo, los investigadores están intentado hacer una nueva reconstrucción de la noche de la desaparición de la joven Sonia Carabantes. Así, se están recopilando, además de los testimonios, posibles registros de imagen, bien en fotografía o digitales de los nuevos teléfonos móviles.

El supuesto trayecto por sendas de monte seguido por los captores y su víctima y el lugar en el que supuestamente la abordaron prácticamente confirman que los autores tenían que ser del entorno. Los investigadores además esperan obtener resultados rápidamente, ya que se avanzó camino en las primeros interrogatorios y entrevistas.

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Los investigadores están prácticamente seguros de que los hechos fueron cometidos por más de una persona, al igual que sucediera en el asesinato de Ana Elena Lorente, en septiembre de 2000 en Álora. La Guardia Civil sospecha, por las características del enterramiento, que hubo más de un agresor.

Los investigadores descartan que Sonia Carabantes falleciera en el lugar en el que aparecieron los restos de sus pertenencias y una mancha de sangre. Los expertos de la Guardia Civil aseguran que la cantidad de sangre perdida por Sonia Carabantes en ese momento descarta que ahí se produjera la muerte.

Tampoco en el lugar en el que se halló el pantalón se encontraron indicios o charcos de sangre que certifiquen que ése fue el lugar en el que la joven perdió la vida. La hipótesis que barajan es que Sonia Carabantes murió precisamente en el trayecto que va desde ese punto al lugar en el que se halló el cuerpo. El hecho de que le quitaran los pantalones de la joven apunta hacia la posibilidad de que hubiera algún tipo de agresión sexual, aunque de manera oficial no se conocerán datos hasta que la juez de Coín decida levantar el secreto de sumario.

Tensión creciente

Los ánimos de los habitantes de Coín -que dan por hecho que Sonia Carabantes ha muerto asesinada a pesar de que oficialmente no se ha dado aún la confirmación- han ido empeorando. Así, el director del Instituto Licinio de la Fuente, Manuel Olea, confirmaba ayer que un grupo de sus alumnos perdió los nervios la noche del miércoles y querían organizarse para tomarse la justicia por su mano cuando se supiera quién era el culpable. Lo más suave que se oye por las calles es la petición de que se cumplan las penas de el o los asesinos cuando los encuentre la Guardia Civil.

Desde el Consistorio se ha pedido calma la población y confianza en el trabajo de los investigadores. Un hecho que hace más peligroso el encono de los vecinos de Coín es la posibilidad -hasta ahora avalada por las pesquisas- de que los autores de los hechos sean vecinos del pueblo o de los colindantes.

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