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Una historia de abandono, amor y valentía

Las siamesas, cuya muerte conmocionó ayer a Irán, vieron la luz hace 29 años en una familia de campesinos pobres al sur del país. Eran 11 hermanos. El padre, Dadolah Bijani, ha contado que de niñas fueron internadas en un hospital local bajo los cuidados de doctores estadounidenses. Cuando esos médicos abandonaron en 1979 el país tras el triunfo de la revolución islámica, su padre las llevó a Karaj, cerca de Teherán.

Allí las adoptó un médico, Alireza Safaian, que desde entonces cuidó de ellas con intenso cariño y que, mientras las llevaba por todo el mundo en busca de médicos capaces de separarlas, las animó y apoyó a licenciarse en Derecho.

Fue una adopción complicada. Un tribunal falló a favor de la custodia para el padre, pero las chicas decidieron permanecer con Safaian. Éste contó que las hermanas estaban abandonadas cuando él las prohijó, y que incluso el personal del hospital no quería ocuparse de ellas, informa Reuters.

Las hermanas, muy unidas a Safaian, siempre mostraron su deseo de vivir separadas. "Si Dios quiere que vivamos el resto de la vida como personas independientes, nosotras también lo querremos", comentó antes de la operación Ladan, la más habladora y decidida de ambas.

Ella y Laleh dejaron antes de entrar al quirófano del hospital Raffles de Singapur una carta, en la que dan gracias a los amigos y les piden rezar por ellas. "Ambas comenzamos juntas este viaje y esperamos que la operación nos conduzca al final de este difícil camino, y poder así emprender una nueva y maravillosa vida como personas separadas", dicen en la carta póstuma. Hace días bromearon con la posibilidad de, en el futuro, comerciar con el vídeo de la intervención.

"¿Es verdad que mi querida Ladan ya no existe?", exclamó ayer Zari, una de las hermanas mayores de las siamesas, cuando supo la fatal noticia. Luego se desmayó.

"Es un día triste para Irán", declaró el vicepresidente iraní, Mohamed Alí Abtahí. "La nación y muchas personas de todo el mundo miraban al hospital con la esperanza de que pudieran salvarse". El Gobierno iraní anunció el pasado lunes que pagaría los 250.000 euros de la intervención. También los padres, Dadolah y Maryam, agradecieron ayer a todo el país las oraciones por sus hijas, informa Reuters.

Y es que la valentía de Ladan y Laleh había tocado el corazón de los iraníes. La televisión cortó su programación para dar la noticia de la muerte y la calle se llenó en Irán de gestos de dolor, como el de un ama de casa, Nushin Nowruzi, que, al oír la noticia, tuvo que dejar de conducir y se echó a llorar.

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