Sueños recuperados
El sueño de todo seguidor de Tintín es la inalcanzable posibilidad de tener en sus manos una nueva aventura del reportero. Pero el mundo de Tintín sigue vivo. La exposición Rayos y truenos, organizada en el Museo Marítimo de Barcelona, ha dado pie a un catálogo editado por Zandrera Zariquiey-Noray que permite el placer de descubrir una nueva obra de Tintín, aunque sea rememorando la influencia que tuvo el mar en los libros de Hergé.
Un auténtico sueño es contemplar una obra inédita de Alberto Breccia. Sins entido acaba de publicar Sueños pesados, un conjunto de historias cortas inspiradas en relatos de Giovanni Papini, Lafcadio Hearn, Lovecraft, Jean Ray y Stevenson. Estas obras, realizadas en 1981, formaban parte de un obsequio de empresa, motivo por el cual no han sido publicadas hasta ahora.
La editorial Glénat lleva una política de recuperación de los sueños del cómic español de finales de los setenta y principios de los ochenta. De Alfonso Font recupera en un volumen Historias negras, relatos de dos páginas que veinte años después siguen vigentes por la sarcástica y cruda visión del ser humano y de su organización social. En la misma editorial, Carlos Giménez ha decidido poner punto final a Paracuellos con un nuevo álbum, el sexto de la serie protagonizada por Pablito, el niño de los Hogares del Auxilio Social que de mayor quería ser dibujante de tebeos. Giménez de esta manera pone memoria histórica a la infancia de muchos niños que sufrieron la opresión de la dictadura.
El manga no es sólo fantasía violenta y descarada para niños. En España estamos ahora descubriendo el trabajo de autor. Barrio lejano, de Jiro Taniguchi (Ponent món). Hiroshi Nakahara, el protagonista, coge un tren equivocado que lo lleva a su propia infancia en la que sigue conservando su memoria de hombre adulto. Un manga, ya emblemático: Hiroshima (Manga Line). Su autor, el dibujante Keiji Nakazawa, cuenta con un estilo clásico la experiencia de su familia a partir de la explosión de la bomba atómica. Él mismo fue testigo del desastre del que milagrosamente salió con vida.
El guionista Jorge Zentner vive un especial momento. En Astiberri acaba de publicar el primer tomo de Nicolas Eymerich, con dibujos de David Sala. En la Zaragoza de la Inquisición se producen extraños acontecimientos que conectan con un viaje interplanetario de finales del siglo XXI. En Sins entido, junto a su compatriota, el argentino Carlos Nine, Zentner inicia un ambicioso proyecto del que tiene pensadas varias trilogías. La primera se inicia con Pampa, en la que los gauchos tienen que luchar con las tribus indígenas que asaltan los poblados cristianos.
En cuanto a la recuperación de clásicos, Planeta-De Agostini edita los de terror de la EC, compañía que revolucionó los cómics en los años cincuenta pero que por la crudeza de sus temas sufrió la caza de brujas de la época. Mark Waid y Alex Ross se han especializado en dar un giro al cómic de superhéroes, y no sólo por su congelación de la viñeta convertida en una foto de prensa, sino porque también plantean el encaje de los héroes con superpoderes en la sociedad actual. En Norma publican Kingdom Come.
