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Eva Sannun, jurado de parca sonrisa

La segunda edición del concurso de bañadores para jóvenes diseñadores convocado por Gillette tuvo como principal reclamo a la ex modelo noruega Eva Sannun, que apareció en la pasarela entre tibios aplausos y risas irónicas, vestida por su peor enemigo, con un traje tan indescriptible como complicado. Solamente dio tres breves pasos hasta alcanzar una de las sillas del jurado y no se inmutó ante los gritos de "¡Eva, Eva!" por parte de los fotógrafos que intentaban hacer su trabajo, y a los que no consistió mirar, con un constante gesto de desdén entre altanero e indiferente, a veces aderezado con una media sonrisa bastante forzada. En la pausa de recuento de puntos hubo un desfile sobre la historia del bañador, desde el pololo al tanga y donde nadie se acordó de Cocó Chanel. El premio fue a recaer con justicia en la madrileña Patricia García, con un dos piezas de aire étnico sofisticado. El centro de las miradas seguía siendo Eva, que intentó mantenerse en segunda fila incluso en la fotografía de familia del jurado y que a la primera oportunidad desapareció, con los abucheos y un cabreo bastante generalizado de los reporteros gráficos. Alguien comentó que no había ganado en simpatía pero sí algunos kilos.-

Eva Sannun observa el pase de bañadores celebrado ayer en Madrid.
Eva Sannun observa el pase de bañadores celebrado ayer en Madrid.LUIS MAGÁN

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