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Reportaje:IMPACTO ECONÓMICO DE LA GUERRA

Diez a uno por el 'tío Sam'

Los mercados apuestan por un conflicto breve y con un impacto limitado en la economía mundial

Los mercados apuestan por una guerra que durará entre tres y cuatro semanas y que no se extenderá fuera de Irak ni causará interrupciones en el flujo de crudo hacia los mercados internacionales. Bajo este escenario, se espera que el impacto del conflicto sea "relativamente limitado" en la economía mundial, en palabras de Horst Köhler, director gerente del FMI. No obstante, ayer Bush avisó de que la guerra "podría ser más larga y difícil de lo que algunos predicen".

Con esta declaración, Bush se cubrió un poco las espaldas en caso de que un conflicto prolongado arrastre a la economía mundial a la recesión. Las cuentas hechas por el Comité Presupuestario de la Cámara de Estados Unidos y los de la Oficina del Congreso de lo que le va a costar a Washington la guerra no contemplan el caso de un conflicto prolongado. La Comisión Europea sí tuvo en cuenta esta posibilidad y, por ello, dejó caer en su último informe que "en la zona euro no puede excluirse un estancamiento o incluso una recesión" económica.

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La inversión bélica estadounidense, si todo sale según lo planeado por la Administración de Bush, rondará los 150.000 millones de dólares. Unos 50.000 para gastos militares y otros 100.000 para cubrir los gastos de ocupación, ayuda humanitaria y reconstrucción en una primera fase. Todo ello, representa poco más del 1,5% del PIB de Estados Unidos.

Si todo sale mal, el coste calculado inicialmente se multiplicaría por 19, según un estudio realizado por el profesor William Nordhaus de la Universidad de Yale. Por otra parte, a muchos expertos, entre ellos los economistas del FMI, les preocupa mucho que Washington se embarque en un conflicto con un déficit público previsto para 2004 de más de 300.000 millones de dólares, una cifra récord.

Si el déficit se dispara a causa del conflicto, acabará por reducir el margen de maniobra que aún le queda a EE UU para bajar más los tipos de interés. Por tanto, pierde una herramienta fundamental para reactivar el crecimiento económico doméstico y externo. Asia depende aún mucho de lo que el mercado estadounidense compre y Europa por sí sola no ha sido capaz, hasta el momento, de relevar a EE UU como motor de la economía mundial.

Descenso del crudo

Si la operación militar logra en menos de dos meses derrocar el régimen de Sadam Husein, se prevé que el precio del crudo descienda casi inmediatamente y de forma estable a 25 dólares por barril, casi 10 menos de lo que ha llegado a cotizar recientemente. Diferentes analistas y estudios calculan que el precio del crudo a futuros se establecerá en una banda de entre 22 y 25 dólares, unos 10 dólares por debajo del máximo registrado a principios de este mes.

De hecho, ayer, el precio del barril brent para entrega en octubre próximo se cotizaba en el mercado de Londres a 25,39 dólares. Con este resultado, la guerra no sólo no tendría un impacto limitado en la economía, sino que incluso llegaría a ser positiva para los grandes importadores de crudo como Estados Unidos o España.

El crudo se abarataría incluso sin un rápido restablecimiento del nivel de producción normal de Irak (2,5 a 3 millones de barriles diarios). El descenso se produciría por la expectativa de que una vez que Washington establezca un Gobierno amigo en Bagdad, una prioridad será la de poner en marcha la industria petrolera iraquí, tal y como está y con lo que quede en pie, al tiempo que la Compañía Nacional del Petróleo de Irak (INOC, según sus siglas en inglés) abre el sector a la inversión privada extranjera.

Ayer, a pesar de la advertencia de Bush, los mercados mantuvieron su apuesta por una guerra corta. Las bolsas de Europa y EE UU registraron ligeros avances a media sesión mientras que el precio del crudo se desplomó más de un dólar a media sesión de ayer hasta los 25,50 dólares. Desde el lunes 17, el día en que Bush dio el ultimátum de 48 horas, el precio del crudo retrocedió casi un 27%.

"La clave sigue estando en cómo sea la guerra. Los inversores apuestan por una duración relativamente corta, de días, como mucho dos o tres semanas. Todo parece tan sencillo.... Y, sin embargo, existen todavía muchas incertidumbres. De hecho, las subidas de las bolsas en los días previos al ataque respondieron sólo a movimientos a corto plazo", dice Pedro Mirete, director general de estrategia de Ahorro Corporación.

"Bajo la perspectiva de una salida rápida de la guerra, las bolsas seguirán subiendo y el dólar se recuperará, pero este cuadro dará la vuelta si el conflicto se alarga", explica. "No hay que olvidar que, aun cuando a corto plazo veremos una reacción eufórica, a medio plazo, en dos o tres meses, los fundamentos económicos se acabarán imponiendo. La economía mundial está en crisis, y no hay que olvidar esto", añade Mirete.

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