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La grúa retira sin artificieros coches sospechosos de alojar explosivos, aseguran los sindicatos

CC OO y UGT denuncian que varios empleados han sido sancionados por negarse

Los empleados de Emitra, empresa mixta que gestiona el servicio de grúa en Madrid, aseguran que no pueden más. Según UGT y CC OO, estos trabajadores tienen que retirar vehículos aparcados en sitios oficiales sin que hayan sido revisados por los artificieros. La Policía Municipal es la que tiene que llamar al Cuerpo Nacional de Policía para que compruebe el vehículo, algo que, según los sindicatos, rara vez se hace. Varios empleados han sido expedientados en los últimos años por negarse a despejar la calle de vehículos sospechosos de llevar un artefacto explosivo.

"Los agentes de la Policía Municipal están capacitados para decidir si un vehículo es sospechoso o no", responden fuentes municipales. Emitra está participada al 56% por el Ayuntamiento, y el resto, por FCC. Los sindicatos afirman que esta situación de "inseguridad", que no es nueva, alcanzó su punto más tenso el 11 de octubre de 2001, cuando un vehículo que había sido retirado por la grúa de la calle de Alcántara (Salamanca) estalló dentro del depósito que Emitra tiene en la plaza de Colón. El atentado de ETA causó 17 heridos leves y la explosión afectó a 67 coches y a siete grúas. "Aunque ya ha pasado más de un año desde que ocurrió, todavía tenemos a cuatro trabajadores de baja por motivos psicológicos: tres cajeras del depósito y un conductor", afirma José Luque, delegado sindical de UGT en Emitra.

Ayer, los grupos municipales de PSOE e IU en el Ayuntamiento de Madrid denunciaron esta situación. Tras la comisión informativa de Policía Municipal, el concejal del PSOE Eugenio Morales informó que por la negativa a retirar el vehículo sin efectuarse el protocolo, a "alguno de los trabajadores se les ha impuesto una sanción de quince días de empleo y sueldo".

El problema está en que, según los sindicatos, cuando hay un coche sospechoso cercano a un lugar oficial la Policía Municipal no activa el protocolo vigente. La Policía Municipal tiene una circular interna donde se informa a los agentes de "las normas sobre vigilancia y retirada de vehículos sospechosos en itinerarios de los Reyes, presidente del Gobierno, autoridades nacionales y extranjeras y en zonas de seguridad que circunden edificios". La circular especifíca que si un agente detecta un vehículo sospechoso debe avisar "inmediatamente a los servicios de artificieros del Cuerpo Nacional de Policía (Tedex)". Si éstos no hicieran acto de presencia, "no se procederá en forma alguna a retirar el vehículo, pues, por obvias razones de seguridad, no puede ser transportado en la grúa un vehículo sospechoso de poder llevar un explosivo", dice el informe. Este protocolo, según UGT y CC OO rara vez se cumple.

"La mayoría de las veces tenemos que retirar los vehículos sin que sean revisados por los artificieros. Si nos negamos a hacerlo, además, nos llevamos una sanción por parte de la empresa", señala Luis Antonio López, delegado sindical de CC OO en Emitra. "Los empleados no suelen negarse , pero lo hacen bajo coacciones", denuncia López.

Suficientes conocimientos

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Fuentes municipales niegan que existan coacciones y explican que los agentes de la Policía Municipal tienen los suficientes conocimientos, "más que los trabajadores de la grúa", para saber si un vehículo mal aparcado es sospechoso o no. "Los agentes tienen el suficiente criterio para saber si tienen que llamar a los artificieros en caso de que haya un vehículo estacionado en un sitio público y que ellos consideran sospechoso. Ellos son los primeros en mirar por la seguridad de los ciudadanos y por la suya propia", señalan estas fuentes. "Lo que no pueden hacer es avisar a los artificieros cada vez que haya un coche mal aparcado en un sitio oficial", añaden. Según estas fuentes, ante un vehículo sospechoso, los empleados de Emitra tienen otra opción. "Si se encuentran con que tienen que retirar un coche que ellos consideran peligroso, pueden llamar a la empresa para que allí les digan lo que tienen que hacer", apuntan estas fuentes.

Pero, según los sindicatos, los casi 400 trabajadores de Emitra tienen miedo. Esta empresa retira unos 50 coches al mes aparcados en sitios públicos o por visitas oficiales, según datos de UGT y CC OO. Hace un mes, un trabajador fue expedientado al negarse a retirar un vehículo que no había sido revisado por los artificieros en la zona del Ministerio de Hacienda, cerca de la plaza de Cuzco.

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