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El PP da marcha atrás y anula la paridad en los cargos públicos

Los socialistas consideran que Blasco ha sido "desautorizado"

El Grupo Popular dio marcha atrás ayer y presentó un voto particular que deja sin efecto una enmienda al proyecto de ley de Igualdad de Mujeres y Hombres, que apoyó en comisión, que establecía que la Generalitat y las Cortes Valencianas "garantizarán" la paridad de sexos en el nombramiento de personas para ocupar cargos públicos. Los socialistas creen que con esta decisión los populares han "desautorizado" al consejero Rafael Blasco. Éste les acusó de acogerse a una anécdota para oponerse a la ley.

La tramitación parlamentaria del proyecto de ley de Igualdad Mujeres y Hombres ha estado rodeada por la polémica desde el principio. Cuando finalmente entró en las Cortes, la oposición criticó el texto por considerar que no tenía "nada que ver" con el primer borrador, que había obtenido el respaldo del Consejo Valenciano de la Mujer, un organismo que, según denunciaron, el Consell había "utilizado de forma mercenaria y electoralista" para después "dar el cambiazo" y presentar un texto totalmente distinto y "descafeinado". Por ese motivo, los tres grupos de la oposición presentaron sendas enmiendas a la totalidad pidiendo que el proyecto legislativo fuera devuelto al Consell. El PP las rechazó, y el texto pasó a comisión, donde la oposición logró que el PP aceptara varias enmiendas.

Durante el debate en comisión, hace una semana, el Grupo Popular aprobó una enmienda del Grupo Mixto que proponía cambiar una palabra en la redacción del artículo 7, referido a la representación paritaria de hombres y mujeres en cargos públicos: la redacción original decía que la Generalitat y las Cortes "procurarán" que exista paridad en el nombramiento de cargos públicos y la enmienda aprobada decía que esas instituciones "garantizarán" esa paridad.

Pero ayer el PP presentó un voto particular que anula esa enmienda, además de otro que deja igualmente sin efecto otra enmienda aprobada, en este caso de EU, por la que la Administración autonómica, a través del registro de convenios colectivos, aseguraría la aplicación del principio de igualdad de género.

Tomadura de pelo

La portavoz socialista de la Mujer, Consuelo Catalá, criticó con dureza esta marcha atrás de los populares, que, en su opinión, supone "la constatación de que esta ley ha sido una permanente tomadura de pelo". Esta decisión, añadió la diputada, demuestra que el PP "no está por la paridad, es un cuento chino". Según Catalá, es "un mecanismo más para, de forma oportunista, de cara a las elecciones, plantear una ley de Igualdad que al final va a ser una recomendación generalista con la inseguridad jurídica que ya denunció el Consejo Jurídico Consultivo". La también socialista Carmen Ninet dijo que el consejero Rafael Blasco "ha sido desautorizado" y "ha quedado al descubierto", por lo que debería replantearse su permanente venta del progresismo" del Consell. "Cuando llega la hora de la verdad, [a Blasco] le desautorizan [desde el PP] por la vía del voto particular, que es la primera vez que se plantea en esta legislatura", añadió Ninet.

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Blasco, por su parte, acusó a los socialistas de intentar "confundir a la opinión pública" y de acogerse a una "anécdota" para oponerse a una ley "sin precedentes en España", al quedarse en cuestiones que no cambian su carácter "progresista". Según Blasco, los socialistas están "en contra de cualquier iniciativa social de carácter progresista" que se presente en la Cámara. El consejero de Bienestar Social añadió que la paridad que quieren "garantizar" los socialistas es una "engañifa" y una "trampa" que, según afirmó, "no existe en ningún lugar".

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