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Maragall dice que sin Cataluña no puede haber una España plural

Javier Rivas

Pasqual Maragall, candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat catalana, defendió anoche en Bilbao un proyecto para construir una "España plural" para el futuro, frente a los tres nacionalismos que, a su entender, están llevando a España a un "callejón sin salida": el español, el catalán y el vasco. Esa nación plural debe nacer, además, de la periferia geográfica, "sin que nunca más sea considerada periferia política", dijo.

Maragall estrenó públicamente el foro de debate que intelectuales vascos y catalanes vinculados al mundo universitario han formado en el Centro de Estudios Estratégicos y Sociales Avanzados. Presentado por dos ex consejeros del Ejecutivo de Vitoria, uno nacionalista (Joseba Arregi, presidente de la entidad) y otro socialista (José Ramón Recalde), el líder del PSC opinó que "no hay solución" para una España nacida de un único punto, el centro. Frente a ella opuso otra visión de España, políticamente federal y económicamente en red, que supere la "España una" levantada a golpe identitario. Y en esa construcción de una nueva España es precisa una implicación más activa de Cataluña.

Comodidad

Para Maragall, sin una "implicacion abierta" de Cataluña en esa España plural "no hay salida al proyecto constituyente inicial", que dibujaba claramente esa pluralidad. A lo que apostilló: "Sin una comodidad [de Cataluña en el proyecto español] no habrá solución para el drama que estamos viviendo todos en Euskadi". En este sentido, percibió en algún nivel "más o menos consciente" de la política española "el temor de que una solución excepcional para el País Vasco dé la señal de partida para una reclamación catalana de excepcionalidad".

Defendió Maragall la Constitución y los Estatutos, ya que han permitido llegar hasta la situación actual, pero puso de relieve la "fatiga de materiales" que cree apreciar en los mismos. Como apuesta defendió un modelo catalán que haga posible el pleno autogobierno y, a la vez, formar parte de una España democrática y plural. Maragall había comenzado su intervención recordando el asesinato de Joseba Pagazaurtundua. Para el líder del PSC, un crimen así "no admite el silencio", pues en la actual situación de Euskadi "silencio es sinónimo de asentimiento, de complicidad con el terror".

Tras recalcar que los problemas de los vascos "sólo pueden resolverlos los vascos desde las instituciones y la democracia", Maragall, que respaldó calurosamente la política del PSE, pidió al nacionalismo que gobierna Euskadi y sus instituciones más "compasión", entendida como "ponerse en el lugar del otro". "No basta trabajar sin descanso para acabar con ETA; hay que crear un clima moral que lo haga posible", resumió.

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Entre los asistentes estaban numerosos dirigentes socialistas, empezando por el líder del PSE, Patxi López, y políticos nacionalistas, entre ellos el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, o el diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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