Luppi se solidariza con los campesinos
El carismático actor y ahora director argentino Federico Luppi (Buenos Aires, 1936), instalado en España y recién casado con la riojana Susana Fernández, lejos de los focos actúa como un ciudadano activista solidario, cerca de los movimientos alternativos. El protagonista de Un lugar en el mundo o Martín (Hache) se mueve para actuar en ayuda de marginados y campesinos de su país natal, aquella clase media extinguida que definió un día formada por "multifacéticos parias que andan por ahí golpeando una cacerola". Ayer Luppi acudió adrede a Mallorca con su compromiso, pese al frío y a su gripe, para percatarse de nuevas vías de acción. En una sesión de trabajo a puerta cerrada, entre banqueros, ecologistas y hombres de negocios, su voz enorme fue la primera que interrogó y repreguntó con argumentos a la agitadora internacional Anita Roddick, de The Body Shop. El cineasta quería saber cómo los granjeros y agricultores de Argentina o México pueden hacer frente a las multinacionales que amenazan sus cultivos con semillas manipuladas genéticamente. Federico Luppi, con otros colegas productores, estudia organizar un proyecto de reciclaje, según explicó ayer en Son Fortesa, en el taller de ideas y debates culturales de Camper. Bigas Luna dejó constancia de todo en un vídeo sin fin.
