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TEATRO

Escena Contemporánea juega con tragedias y 'chatarras musicales'

El Festival Escena Contemporánea, que culminará el próximo 23 de febrero, avanza esta semana con nuevas propuestas marcadas por el tono experimental de sus montajes y la reflexión que proponen sus textos.

Tras presentar Ángeles del caos y Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini, el ciclo que en esta edición el festival dedica al dramaturgo francés Michel Azama continúa en la sala Pradillo con la pieza Ifigenia o el pecado de los dioses (del 11 al 13 de febrero, a las 20.30). Esta obra, dirigda por Veronique Nordey, comienza con risas, pero enseguida se torna una tragedia con tintes actuales. Los intérpretes buscan las razones por las que la vida puede convertirse en un infierno. Y las encuentran en "la razón de los dioses o de los dirigentes políticos, los intereses económicos, la megalomanía, la ignorancia y el fanatismo". Todas estas razones conducen a los pueblos a su propia tragedia, "convencidos de la necesidad de sus actos", advierten los organizadores del ciclo.

En la Casa de América, la representación latina llega con la compañía del argentino Moro Anghileri, entre los días 11 y 16, con dos pases diarios de Alicia se murió de un susto (20.00 y 21.30). La Casa de América se transforma en una mansión que el público puede visitar guiado por el ama de llaves, Admiración. A lo largo del periplo por cinco habitaciones, los miembros de la familia Moró de Justo irán abordando a los espectadores y les contarán sus cuitas de tragedia y abandono. "Es un espectáculo en el que el público se convierte en partícipe itinerante, vive la experiencia desde dentro y forma parte de ella", anuncia Anghileri.

Por su parte, la sala Cuarta Pared será el escenario (del 11 al 13 de febrero, a las 21.00) de la obra Los niños no pueden hacer nada por los muertos, del periodista y escritor Alfonso Armada. La compañía vasca Agerre Teatroa, dirigida por Maite Agirre, presenta a unos personajes encerrados en el sótano de un barco, atrapados por una oscuridad desde la que inventan salidas.

Mientras, el taller de chatarra musical que puso en marcha la semana pasada el norteamericano Donald Knaack, The Junkman, se mantiene hasta el miércoles en la Escuela de Prosperidad y los asistentes mostrarán lo aprendido en el colegio público Nicolás Salmerón (jueves, 19.00), el teatro Pradillo (viernes, 20.30), plaza de Prosperidad (sábado, 12.00) y La Casa Encendida (sábado, 20.00).

Festival Escena Contemporánea. Más información, en el teléfono 012 o en www.madrid.org

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