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El sondeo de la Generalitat falseó 150 respuestas de los 800 encuestados

Pujol empató con Maragall, aunque no se preguntaba por el presidente

La encuesta con datos falsos que el Gobierno catalán envió a la Cámara autonómica en 2001, elaborada con una muestra de 800 encuestados, contiene modificaciones en al menos 150 respuestas. Las tablas que el Ejecutivo remitió al Parlament indican que la valoración de Jordi Pujol se fabricó tomando como base las de la nota global del Gobierno, por lo que pasó de una puntuación de 6,3 a 6,6, precisamente la calificación de Pasqual Maragall.

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En enero de 2001, sólo dos días antes del nombramiento de Artur Mas como conseller en cap, el Gobierno catalán difundió un sondeo oficial, elaborado por Line Staff, que fue enviado al Parlamento catalán con tablas que contenían datos falsos. Los cambios alteraban las valoraciones de los líderes catalanes en beneficio de Artur Mas (véase EL PAÍS del sábado).

Las tablas originales, a las que ha tenido acceso este diario, revelan que las puntuaciones de los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla y del democristiano Josep Antoni Duran fueron rebajadas. En aquella época, éste competía con Mas por encabezar la lista de CiU en las autonómicas. El sondeo que se divulgó ocultaba el liderazgo de Maragall, a quien presentaba empatado en valoración a Jordi Pujol.

El baile de puntuaciones no fue un mero redondeo: la alteración de las notas obtenidas por los políticos exigió modificar alrededor de 150 respuestas en una muestra de 800 personas, según calculan técnicos independientes. Los mismos técnicos, no obstante, precisan que es imposible conocer la cifra exacta de registros modificados porque esto depende de la ponderación que aplique la empresa encuestadora a partir de variables como el sexo, la edad y el lugar de residencia.

Las tablas originales de la encuesta en poder de este periódico revelan que Maragall obtuvo una nota media del 6,75, mientras que los datos remitidos al Parlamento lo sitúan en el 6,6. Esta modificación conllevó cambios en torno a 45 registros y la rebaja de una décima a Duran fue resultado de modificar unos 55 registros.

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Las mayores diferencias se consiguen en el caso de Pujol, sobre quien se alteraron unos 57 registros. En el sondeo original no se preguntaba por la valoración del presidente de la Generalitat. Tras las preguntas sobre el gobierno, se inquiría inmediatamente por Artur Mas. Los mismos técnicos subrayan que el político más asociado a la acción global de gobierno suele incrementar su puntuación.

El material oficial remitido a la Cámara permite observar que la fabricación de la puntuación de Pujol tomó como base la valoración global del gobierno. A partir de aquí, el "no sabe no contesta" se agregó a la categoría del 8 (notable alto). Además, las categorías 2 y 3 (equivalente a suspenso) se sumaron y se añadieron a la categoría de 9 (sobresaliente). Así, se elevó la media de 6,3 al 6,6.

El secretario de Comunicación del Gobierno, David Madí, admitió la semana pasada la existencia de "errores" en el material enviado a la Cámara y entregó a este diario unas nuevas tablas. Pero en la valoración de Pujol, ni siquiera una sola de las 10 categorías de puntuación de estas nuevas tablas coinciden con el material que el propio Gobierno había entregado al Parlament.

La oposición insistió ayer en reclamar responsabilidades por los "errores" en las encuestas. El portavoz del Grupo Socialista, Joaquim Nadal, dirigió una carta al presidente del Parlamento, Joan Rigol, pidiéndole que intervenga ante los indicios de los "gravísimos incumplimientos" del Gobierno catalán en materia de encuestas. El de Esquerra Republicana, Joan Ridao, recurrió a la ironía: "Quizás si las encuestas que encarga, elabora y adultera Artur Mas no hubiesen perjudicado a Duran, éste podría ser ahora más candidato a la Generalitat", insinuó. Y el presidente de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, pidió la dimisión de Madí.

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