Agravio en los precios del AVE
Formo parte de un nutrido grupo de personas que, por motivos laborales, emprende a diario el viaje de ida y vuelta entre Sevilla y Córdoba.
Claro está que a nadie se le ocurriría asumir este desplazamiento, con la consecuente inversión de tiempo y dinero, si no fuese por motivos laborales de relevancia. Para dar una idea de tal inversión: ya antes del 1 de enero de 2003, el AVE Sevilla-Córdoba salía por 26,89 euros (ida y vuelta en el día, con descuento del 25% sobre la tarifa normal). Multipliquen ustedes por 20 días laborales. Eso sí, el Andalucía Exprés sale mucho más barato (unos 10 euros ida y vuelta con el bono de 10 viajes), pero tarda el doble (80 minutos por tramo, o sea, 160 al día); si viaja usted cada día, notará mucho la diferencia.
Llega enero. Los periódicos recogen las subidas de precios anunciadas, entre ellas un 3% para el AVE. No es que fuera poco, pues no me consta subida semejante de mi nómina. Pero el tema es otro: al echar mano de mi calculadora, me doy cuenta de que la subida real es del 7% sobre la tarifa estándar (billete de ida).
Cabe preguntar a qué se debe semejante actuación de Renfe: decir que se sube un 3% cuando lo que se hace es subir el 7%. Y cabe preguntar cómo se justifica tal aumento. Hay más: dicho aumento alcanza el 13% para los usuarios laborales andaluces, pues ha desaparecido el descuento especial en concepto de ida y vuelta en el día. Ahora el viaje diario sale por 30,40 euros: multipliquen por 20 días laborales, y entenderán mi alegría.
En el tramo de AVE Madrid-Cuidad Real-Puertollano, existe el llamado AVE Lanzadera: un tren que aprovechan la línea de alta velocidad para la distancia intermedia. No sólo tiene una tarifa básica mucho más baja que el AVE normal, sino que además ofrece al usuario habitual una entera gama de abonos mensuales en función de sus exigencias específicas, con un total de seis variedades. Según un cálculo rápido, el ahorro máximo para un viajero que tuviera que ir y volver cada día laboral de Ciudad Real a Madrid, comparado con el billete ida y vuelta del AVE normal, alcanza el 57,25%. Cabe preguntar a qué se debe semejante agravio comparativo de los usuarios AVE andaluces.
Me parece haber leído, en ocasión de la presentación del famoso decretazo, que el Gobierno central deseaba fomentar la movilidad geográfica de los desempleados. De la movilidad de los empleados, por lo menos los empleados en Andalucía, desde luego que no le parece importar mucho.