Zapatero reclama un plan urgente para la "bomba" del buque hundido

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer en Cudillero (Asturias), donde se reunió con pescadores y grupos de voluntarios que trabajan en la limpieza de la costa, un "plan urgente" para dar solución a la amenaza que entraña el fuel que contiene aún en sus depósitos el Prestige -hundido a 3.600 metros de profundidad-, para la retirada eficaz del combustible que ha llegado a las costas y para reforzar la coordinación y la ayuda a los municipios pesqueros y turísticos afectados. En su opinión, sigue haciendo falta "más esfuerzo, más ayudas, más Gobierno y un Gobierno que transmita más confianza y ofrezca soluciones a la situación de amenaza que supone ese barco", y que es, dijo, "una bomba" bajo el mar.

El líder socialista visitó uno de los tramos del litoral asturiano más afectados por el chapapote (galipote, en Asturias). A la vista del estado que presenta esta zona costera, Zapatero sostuvo que "Aznar debe bajar a la realidad porque incluso en Asturias, menos dañada que Galicia, la realidad, lejos de ser esplendorosa es desoladora, y de graves consecuencias económicas y medioambientales".

Más voluntarios

Zapatero considera también "poco comprensible" que hasta febrero no se necesiten más voluntarios en Galicia, donde, en su opinión, "desde el 13 de noviembre se está en un escenario de falta de previsión, de reacción, de organización y de coordinación". "No es de extrañar", dijo, "que la Xunta de Galicia, que ha estado ausente durante mucho tiempo, siga sin tener capacidad de gestión".

El dirigente socialista negó que la crisis del Prestige haya puesto en cuestión al Estado y a la clase política. "Las responsabilidades son claras: aquí ha fallado el Gobierno del PP. Aunque algunos, especialmente el Gobierno, quieran extender esa responsabilidad", añadió, "la ciudadanía tiene mucho sentido común y sabe quién es el responsable. El Gobierno lleva más de un año sin capacidad para resolver problemas serios de la sociedad y sin embargo siempre está dispuesto a buscar culpables".

Zapatero departió con pescadores y con el patrón mayor de Cudillero, se reunió luego con los vecinos y degustó mejillones y anchoas con queso. "De estos marineros, algunos de ellos con treinta o cuarenta años de experiencia de luchar en la mar, he aprendido dos lecciones muy claras: que la solución que se adoptó con el barco fue la peor de las posibles -esto es lo que me han dicho unánimemente- y que el barco hundido, en esas condiciones, es una bomba y que hay que darle una solución urgente porque si no, lo más probable es que el fuel siga saliendo y siendo una amenaza permanente", explicó.