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Reportaje:

Empleo flamenco

Doce artistas participan en un curso de formación en las Tres Mil Viviendas, en Sevilla

En la "Triana del siglo XXI" -que es como Segundo Falcón, director del Centro Andaluz de Flamenco, define a la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas-; en la zona que más índices de marginalidad registra de la capital hispalense; en las calles que, a base de fracaso escolar, desempleo y drogas, acaban con las esperanzas de miles de jóvenes, existe un yacimiento de empleo, una esperanza laboral, un futuro profesional: el flamenco.

Las calles de las Tres Mil rebosan arte, duende y compás, tópicos que en sus aceras, en cualquier reunión o familia, formadas en su mayoría por gitanos, toman forma y se convierten en una realidad tangible. Hay muchos artistas en el barrio pero, sin embargo, por su deficiente formación básica, un mal endémico en una zona habitualmente abandonada por la Administración pública, se encuentran innumerables problemas materiales para poder desarrollar con normalidad una carrera artística estable.

El director del Centro de Educación de Adultos del barrio, Paco Cordero, detectó esa carencia el pasado año cuando, al organizar un cursillo de educación vial para gente sin formación, le llamó la atención la cantidad de artistas que acudían a sus clases.

De allí surgió una iniciativa que, con el Centro Cultural Flamenco Cantera 3000 sumado al proyecto, ha cristalizado en la celebración de un curso de formación ocupacional financiado por la delegación de Empleo del Ayuntamiento de Sevilla. Bajo el título Técnicas Escénicas en el Flamenco y durante cinco meses, a un ritmo de cinco horas lectivas diarias, doce jóvenes artistas de entre 16 y 23 años combinan una formación complementaria a su deficiente educación básica con la instrucción en ritmo y compás que, impartida por los músicos locales Bobote y El Eléctrico, persigue adentrarles en los palos más puros de su arte, y nociones antropológicas sobre la identidad de su grupo étnico, el pueblo gitano, incluido su dialecto, el romanó-caló.

El curso responde al convencimiento de Cordero de que "el flamenco tiene más salida profesional en este barrio que la jardinería o la albañilería". "Es de sentido común algo como esto", afirma.

Los objetivos del curso, que persiguen que los alumnos encuentren salida profesional en los circuitos flamencos del Centro Andaluz o de la propia Consejería de Turismo, van más allá. Una vez formados, los jóvenes artistas adquieren con Cantera 3000 el compromiso de transmitir su conocimiento, en pequeños talleres extraescolares, a los más pequeños del barrio. A esas actividades, que se realizarán en primavera, sólo podrán acudir aquellos menores cuyos padres garanticen su escolarización, una medida más contra el fracaso escolar galopante que asola la barriada.

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Con ocasión del curso se desarrolla estos días en el Centro Cívico El Esqueleto un ciclo de recitales flamencos en el que participan figuras como Juana la del Revuelo, Pepe de Pura o Arcángel, y en el que los alumnos asumen la organización y las tareas técnicas, un ciclo que quizá en el futuro protagonicen ellos.

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