Rajoy afirma que "no habrá más vertidos de combustible"

El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó ayer que "todo apunta a que el combustible que contiene el petrolero Prestige hundido el martes se va a solidificar en el fondo del mar y no va a haber ningún vertido más". El portavoz del Ejecutivo hizo esta arriesgada afirmación, cuando existe una amplia controversia sobre la cuestión, en un intento de tranquilizar a la opinión pública. Basó su contundente afirmación en la "opinión de los expertos" por "la lejanía en que se encuentra la marea negra", entre 260 y 270 kilómetros de la costa.

Pero no fue la única afirmación arriesgada del portavoz del Gobierno. También aseguró que "no hay ningún peligro de que la marea negra alcance a las Rías Bajas". "Todas las opiniones de los expertos coinciden en que no llegará allí". Fue un mensaje pronunciado a primera hora de la mañana, poco antes de partir para Barcelona.

Rajoy anunció la apertura de una oficina en A Coruña para atender a los perjudicados por la catástrofe con los pagos de la compañía aseguradora del Prestige y el Fondo de Hidrocarburos.

El portavoz del Gobierno adelantó las líneas maestras del paquete de medidas de ayuda a los damnificados que hoy precisará el Consejo de Ministros. Consistirá en exenciones fiscales del IRPF, IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) e IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas). También habrá exenciones de la cuota de la Seguridad Social, y una línea de créditos blandos que gestionará el Instituto de Crédito Oficial para complementar las ayudas ofrecidas por la Xunta de Galicia, que, según Rajoy, serán similares a las que contaron los pescadores afectados por el paro provocado por las negociaciones del tratado de pesca con Marruecos.

Pontevedra, exenta

Estas medidas vendrán acompañadas de una campaña en defensa de los productos del mar gallego. Recordó que "sólo una pequeña parte" de la costa gallega está afectada por la marea negra y precisó que, por ejemplo, toda la costa de Pontevedra estaba exenta de las consecuencias del desastre marítimo.

Rajoy precisó también que el "daño fundamental" de la catástrofe se centraba en las playas, y aclaró que aún es pronto para evaluar económicamente los daños. Recordó que el lunes se habían calculado en 4.000 millones de pesetas y que tan sólo dos días después las previsiones se habían doblado.

La clave del "desastre" la situó en la estructura de la embarcación, el Prestige, y su edad. Calificó de "lo más sensata" la decisión de alejar el barco de la costa frente a las opciones de llevarlo a puerto o bombardearlo. "Las Cofradías de Pescadores han avalado esta decisión".