Aumentan los trastornos depresivos y de ansiedad y las patologías mentales causadas por las drogas
El 30% de los europeos sufrirá una enfermedad mental, según un estudio
El estilo de vida propio de las sociedades occidentales, donde la competitividad y las exigencias a las que se ven sometidos los individuos propician la insatisfacción y el estrés crónico, está generando un aumento de los trastornos depresivos severos y de ansiedad en Europa. El incremento de estos trastornos psíquicos se ha detectado especialmente en los jóvenes. A ello hay que sumar el incremento de las patologías mentales derivadas del alcohol y las drogas, especialmente las sintéticas, cuyo consumo convierte a los jóvenes en candidatos a padecer a medio y largo plazo cuadros esquizofrénicos, demencias precoces o Parkinson.
Según las conclusiones preliminares de un amplio estudio que se está realizando en seis países de Europa -entre ellos España-, el 14% de los europeos desarrollará una depresión mayor en algún momento de su vida y el 16% sufrirá un trastorno de ansiedad. 'Estas cifras son lo suficientemente elevadas como para prestar la debida atención al problema', advirtió la catedrática de psiquiatría de la Universidad de Valencia, Carmen Leal, durante el VI Congreso Nacional de Psiquiatría celebrado la semana pasada en Barcelona. Los especialistas aprovecharon el encuentro para dar a conocer los primeros resultados del citado estudio, que revelan otra realidad preocupante: uno de cada tres europeos sufrirá algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida, aunque sólo uno de cada cuatro recibirá tratamiento para su enfermedad.
Las drogas de diseño elevan el riesgo de sufrir demencias precoces o Parkinson
En el caso de la depresión mayor, el trabajo constata que el 15% de las personas que en el último año han padecido esta enfermedad no han recibido tratamiento alguno. El porcentaje se eleva al 23% en el caso de los trastornos de ansiedad.
El auge de estas dos patologías psíquicas, además de otros trastornos calificados como 'emergentes' -como la distimia (trastornos del ánimo), la fobia social, el estrés postraumático o los trastornos de ansiedad o de la conducta alimentaria, entre otros-, se debe en gran medida a un entorno social que favorece el aislamiento del individuo y la falta de apoyo social, familiar y de amigos. Las tensiones y preocupaciones aumentan, mientras que disminuyen las posibilidades de expresarlas, señalaron los responsables del estudio en Cataluña, Josep Maria Haro, del centro psiquiátrico de Sant Boi (Barcelona), y Jordi Alonso, del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona.
El estudio también analiza las patologías relacionadas con las adicciones, incluidas recientemente en el ámbito de la psiquiatría por la OMS. Aunque en el congreso no se avanzaron cifras concretas sobre prevalencia en los países en que el estudio se está analizando, los expertos coincidieron en que los trastornos relacionados con la ludopatía y el consumo de drogas y alcohol pueden considerarse patologías mentales emergentes. José Giner, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, destacó que el consumo excesivo de drogas tiene efectos especialmente perniciosos en los adolescentes, que se encuentran en un momento crucial del desarrollo de su personalidad.
Los especialistas señalaron como uno de los principales problemas del consumo de drogas el hecho de que los jóvenes tienen un concepto de riesgo sobre los daños 'muy por debajo del peligro real'. A medio y largo plazo, señalaron los especialistas, estos jóvenes pueden sufrir demencias precoces y Parkinson. El doctor José Giner destacó la estrecha relación de las drogas de diseño con la esquizofrenia. Según señaló, una intoxicación aguda por consumo de éxtasis produce cuadros casi idénticos a los producidos por los de la esquizofrenia.
El reto de la psiquiatría cultural
La prevalencia de la enfermedad mental se distribuye en el mundo de una manera muy uniforme, pero no ocurre lo mismo con la forma en que los individuos expresan los trastornos psíquicos, que diverge considerablemente entre las distintas culturas. El aumento de la inmigración, especialmente de la que procede de culturas muy distintas a la del país de acogida, está obligando a la psiquiatría a enfrentarse a un nuevo reto en Europa, España incluida: saber interpretar la sintomatología de las enfermedades mentales en los inmigrantes. 'Se trata de un reto muy importante porque estos ciudadanos tienen unos derechos que hay que respetar: deben poder expresar su sufrimiento psíquico y el especialista les tiene que poder diagnosticar su enfermedad', señaló Miquel Casas, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Casas reconoció que los psiquiatras se hallan ante un campo 'muy complejo y rico', aunque todavía poco explorado, especialmente en España, donde la llegada de inmigración extracomunitaria ha sido más tardía que en otros países europeos. Casas destacó la necesidad de recurrir a los mediadores culturales para que ayuden al especialista a interpretar de manera objetiva -no sólo en el terreno lingüístico, sino también cultural- la sintomatología de los pacientes inmigrantes con enfermedad mental. Uno de los trastornos que se está diagnosticando a los inmigrantes es el de ansiedad, muy relacionado con la situación de estrés y penuria en que viven o con la angustia que han sufrido, por ejemplo, al tener que cruzar el Estrecho para llegar a España.
Un fármaco nuevo para la esquizofrenia
Un fármaco inyectable de acción prolongada, que debe suministrarse cada 15 días, ha sido presentado en el Congreso de Psiquiatría de Barcelona como un gran avance para facilitar el cumplimiento terapéutico de los pacientes con esquizofrenia. Se calcula que el 75% de las personas que sufren esta patología mental no toman regularmente su medicación o la abandonan completamente, lo que puede provocar estados de angustia y recaídas que precisan de hospitalización. Este nuevo fármaco inyectable permite que el principio activo, la risperidona, sea liberado de manera uniforme durante 14 días. Los antipsicóticos orales habituales deben tomarse una o más veces al día, lo que dificulta la continuidad del tratamiento y empeora la calidad de vida del paciente, según explicó Alex Pons, del servicio de psiquiatría del Hospital Clínico de Barcelona, que ha participado en tres ensayos clínicos con el nuevo fármaco. Este medicamento ya está disponible en países europeos como Alemania, Reino Unido, Austria y Holanda, donde se han observado sus beneficios. El laboratorio que ha pedido su comercialización en España, Janssen-Cilag, espera obtener el permiso el próximo año. Unos 400.000 españoles sufren esquizofrenia, que produce alucinaciones y delirios, además de un amplio abanico de conductas que van desde el desinterés por lo que les rodea, el abandono del aseo personal, las depresiones y sentimientos de aislamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.