_
_
_
_
_
Entrevista:MANUELA CARRASCO | Bailaora

'La majestad y el arte no se aprenden'

Hace unos meses llegó a Nueva York y el público la recibió puesto en pie con una ovación de diez minutos. Hace unas semanas se estrenó en Sevilla su nuevo espectáculo y hubo 27 minutos de aplausos. Cada vez más, el mundo reconoce a esta mujer como una de las bailaoras más grandes de su tiempo. Manuela Carrasco (Triana, 1958) nació en una familia muy humilde de vendedores, no pudo estudiar porque tuvo que criar a sus cinco hermanos pequeños, no fue a academias, no recibió becas ni tuvo maestros. Ahora vuelve a Madrid, donde el miércoles y el jueves bailará en el teatro Albéniz acompañada por el cante de El Chocolate, Tía Juana la del Pipa o La Negra, en un montaje producido por Jesús Quintero.

'A mí un día me coge maravillosa y otro no estoy bien, no me llega la inspiración'

Pregunta. ¿Cómo surgió la colaboración con Quintero?

Respuesta. Nos conocemos hace mucho. En el 74 ya nos llevaba a Paco de Lucía, a Manolo Sanlúcar y a mí. Luego empezó su trabajo y lo dejó. Teníamos una espinita los dos y quise que lo hiciera él. Es un gran artista y le encantó la idea, me ha tenido un cariño especial desde niña.

P. ¿Cómo fueron sus principios?

R. Nací en Triana y a los cuatro años nos fuimos a vivir a San Juan de Aznalfarache. Allí todas las niñas eran artistas. Mi madre me mandaba a un mandao y tardaba siete horas en volver. Bajaba y me veía en la calle bailando. Mi padre no quería, él había bailado y decía que tienes que ser muy buena para llegar a algo. No me veía cualidades. Pero a mi madre se le puso entre ceja y ceja, así que mi padre me tiraba los zapatos por la ventana y ella bajaba a cogerlos.

P. ¿Y luego?

R. Luego nos fuimos a vivir a Torremolinos. La vida estaba dura y mi padre se colocó en un puesto de pinturas abstractas. Echaban la pintura encima de un papel que daba vueltas. Mi padre se puso a trabajar en un restaurante y yo entré de fregaplatos. Un día que pasamos por el tablao de Mariquilla me paré delante a hacer la postura que había en el cartel. Ella salió, me hizo una prueba y me contrató. Estuve dos veranos.

P. ¿Ella fue su maestra?

R. No, yo no he tenido maestros. Empecé mirando. Lo bailaba todo por bulerías, pero me acuerdo de que su marido, Luis, decía que yo era como una silla del siglo XVII, que tenía una madera muy bonita.

P. O sea que fue autodidacta total.

R. Sí, luego fui al tablao La Cochera, con Farruco, Matilde Coral y Trini España. Yo salía la primera y después ni me quitaba el traje, me quedaba allí mirándolos cogiendo cositas de uno y de otro.

P. ¿Por amor al arte?

R. Bueno, yo venía de gente artista, lo llevaba dentro desde que nací. Con el sentimiento y con el arte se nace. La técnica se aprende con el tiempo, pero la majestad y el arte no se aprenden, eso nace con la persona.

P. ¿Vio bailar a Carmen Amaya?

R. Estrenaron Los Tarantos cuando tenía nueve años. Esa mujer se me quedó grabada. Empecé a bailar con pantalón... Pero la fuerza y la velocidad de ella yo no las tendré nunca. Yo creo que el arte no es de la tierra. Sabicas, Carmen, Trini España... no creo que el arte sea de la tierra.

P. Pero la escuela sevillana...

R. Pies y remate. Yo soy de la escuela de Triana, que no es lo mismo.

P. ¿Es más sensual?

R. No sé. Carmen Amaya era femenina a su manera, pero antes que nada era un genio.

P. ¿Cómo ve el baile de ahora?

R. Hay una nueva ola de gente que piensa que el arte no existe. Sólo se fijan en meter los pies, en los contratiempos. No paran ni un segundo, no se relajan. Si se pararan y levantaran los brazos y escucharan el cante y la guitarra... El arte también existe. Hay que quedarse parado, poner los brazos en su sitio y tener el tronco colocado, no descomponer. Pero de eso no se preocupan. Me pone de los nervios. Yo en esa nueva ola no estoy.

P. ¿Y dónde está?

R. Yo soy muy clásica, muy gitana. No me gusta desvirtuar los bailes. La siguiriya es una siguiriya y el taranto un taranto. Ahora meten la bulería en todas partes. Y a mí me gusta vestirme muy flamenca, con mis peinas y mis mantones. Lucho mucho por mantener el flamenco de verdad. Cuanto más moderna se pone la gente yo voy más para atrás.

P. O sea que hay mucha confusión.

R. Mucha. Es muy difícil que yo vaya a ver nada porque luego me paso tres días mala, deprimida.

P. ¿Por el flamenco light?

R. Jesús Quintero, cuando acaba el espectáculo, sale al escenario y dice una cosa muy bonita. 'Señores, así es la rosa. No tocarla. Ir a contarle al mundo que el flamenco es esto y que no es aburrido'.

P. ¿Cuál es el secreto de su arte?

R. ¿Tú crees que el arte tiene secretos?

P. ¿Misterios?

R. Eso sí.

P. ¿Y trabajo?

R. No puedes quedarte parada, si no te estancas.

P. ¿Improvisación?

R. Claro, a mí no me gusta bailar siempre igual. Hay una base, pero lo demás tiene que cambiar. Si no, es muy aburrido, siempre lo mismo. A los que bailan de técnica, nunca los verás mal. A mí un día me coge maravillosa y otro no estoy bien, no me llega la inspiración. Procuro que salga el duende, pero hay días que te pongas como te pongas no sale. La verdad es que yo casi nunca me gusto.

P. Y así y todo ha creado escuela.

R. Bueno, he creado mi forma de bailar, eso seguro.

P. ¿Y escuela no?

R. Veo detallitos por ahí...

P. Así que ha merecido la pena desobedecer a su padre.

R. Nací para bailar, he vivido para el baile y eso me ha dado casi todo lo que necesitaba. He conocido el mundo entero... No pude estudiar y lloré mucho por no poder. Pero tampoco me veo yo con una carrera.

P. ¿Y cómo ve el futuro?

R. Me queda mucho que bailar y que mirar hacia atrás. Si no miramos hacia atrás llegará un día en que el arte y la pureza desaparezcan. Así como suena. Es verdad que se han abierto puertas maravillosas, sitios de mucha categoría y cachés enormes, pero si no hacemos flamenco de verdad se va a perder un patrimonio que no se debería de perder.

Manuela Carrasco.
Manuela Carrasco.GORKA LEJARCEGI
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_