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Desde el Pacífico
Columna
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Grokker crea imágenes para acceder a la información

PARA ENTENDER LO QUE ES GROKKER hace falta sentarse frente a un ordenador y teclear las palabras claves de un concepto o producto. Pero en lugar de una lista de documentos cuyos títulos aparecen en negritas, azules o subrayadas, uno ve aparecer un carrusel de bolas multicolores insertadas las unas en las otras y en constante movimiento. Y esto, lo cambia todo.

Si uno busca Maya, por ejemplo, ve aparecer varios círculos llamados Maya Angelou, Rigoberta Menchú, arquitectura, civilización maya, pero también Shakti (dioses hindúes) y estación de trabajo. Quienes se interesan en los mayas de México y Centro América saben en qué categoría buscar. Dichas categorías provienen hoy del motor de búsqueda Northern Light, pero Grokker puede funcionar sobre cualquier colección de datos y representarlos de manera visual para facilitar una búsqueda en profundidad. La apuesta más innovadora consiste en constituir en tiempo real mapas que representen los documentos encontrados.

La apuesta innovadora de Grokker consiste en construir en tiempo real mapas que representen los documentos hallados. Los círculos indican categorías
En una novela, 'to grok' es un verbo marciano que quiere decir 'entender tan íntimamente que el observador se vuelve parte de lo observado.'
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Para Jean-Michel Decombe, principal arquitecto, 'la representación visual habla directamente al cerebro. Estamos acostumbrados a reconocer colores y formas sin tan siquiera pensarlo'. Los círculos indican categorías. Los que están en relieve tienen demasiados documentos para ser representados individualmente. Los círculos planos y vacíos acompañados de un título indican un documento sobre el cual basta clicar. Según su creador, 'la filosofía de Grokker es que no tiene ninguna'. Digamos que no es fundamentalista y que puede representar lo que encuentra a través de cualquier forma o metáfora visual.

Decombe agrega que 'es posible reconocer un color aún cuando el objeto al cual se aplica es muy pequeño'. Un punto es suficiente para encontrar uno. El ojo utiliza lo que puede distinguir o reconocer de manera instantánea. Las formas encajadas las unas dentro de las otras funcionan como contexto siempre visible que permite saber qué parte activar para ir más al fondo o volver para atrás.

En lugar de trabajar sobre el título y el contenido indexado del documento como lo hace Google, Grokker se interesa en los metadatos, las informaciones que definen el documento (tipo, talla, fecha, etc.). 'Reunimos esos datos' explica Paul Hawken, presidente de Groxis, la empresa que produce Grokker, 'y permitimos al usuario utilizarlos para navegar, guardarlos sin tener que volver a formular de manera constante los términos de su búsqueda. Todo se hace en una sola ventana'.

En el caso de un catálogo (Amazon es accesible en la versión actual) uno puede seleccionar los productos por género o precio por ejemplo. En el caso de los documentos que contienen maya, filtros sucesivos permiten guardar solamente los que además tienen México, y luego los que han sido publicados después del 2001, por ejemplo en formato Word. Los colores sirven de guía. En tres ajustes, el universo de la búsqueda ha sido reducido a dimensiones que la mente aprehende plenamente.

De ahí el origen del nombre. En una novela de ciencia ficción Stranger in a strange land de Robert Heilen, 'to grok' es un verbo del vocabulario marciano que quiere decir 'entender tan íntimamente que el observador se vuelve parte de lo que observa.'En ciertos medios, el verbo es ahora parte del vocabulario casi corriente. 'Grokker es más una plataforma que un programa', explica C.J. Pittman, director de la compañía. Le ven muchas posibilidades y lo ponen a la venta a un precio alto: 150 dólares para la versión básica. Explicar a Grokker sin poder enseñar lo que hace es tan difícil como describir la primera interfase gráfica de la Mac o Mosaic (ancestro de los navegadores). Esta novedad misma es probablemente uno de los obstáculos que la plataforma deberá vencer para imponerse. Implica una revisión radical de nuestra concepción de la información y esto, siempre, lleva tiempo. Mientras más sustancial es el progreso más inclinados estamos en resistirnos, por la sencilla razón que 'grokkamos' que no habrá vuelta para atrás.

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