_
_
_
_
_
PRIVACIDAD

El 'alter ego' italiano del catedrático de historia del arte

Juan Antonio Ramírez sospecha que tiene un alter ego en Internet. 'El mensaje e-mail que recibimos mis amigos y yo lleva mi nombre en el remite pero yo jamás lo he escrito. Esta persona actúa intermitentemente y, además, escribe en italiano', dice el catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid.

El mensaje del italiano se ha repetido, incluso después de que un técnico le limpiara el ordenador del virus que se le instaló en el equipo cuando recibió por e-mail un documento adjunto que escondía un programa ejecutable. 'Desde entonces la máquina reenviaba mensajes antiguos como si fueran nuevos a todos mis contactos'.

El tema del alter ego le ha producido cierta paranoia. A mediados de octubre, antes de limpiar el ordenador, escribía en un correo: '¿Seré yo el que escribe esto ahora? Por si acaso: no os creáis la autenticidad de ningún mensaje enviado por mí. Lo más cómodo es concluir que yo no existo en la Red y que sólo soy, en el caso de ser algo, un ser de carne y hueso. ¿Lo soy de verdad? ¿Cómo reescribiría hoy Calderón La vida es sueño?'.

Aunque a Ramírez no se le ocurre nada razonable sobre las intenciones de su alter ego, tampoco descarta que sean artistas conceptuales que practican el ciberterrorismo. 'Mi dirección de correo está en muchas listas sobre crítica de arte'. Y una amiga suya dice que hay en todo ello un mensaje cifrado que se va desvelando poco a poco. 'No es imposible que se trate de un artista informático de esos que trabajan en y con (o contra) la Red. Yo todavía no veo el encanto a este tipo de actividad creativa'.

Esta historia le ha hecho reflexionar sobre la privacidad en la Red. 'Es inquietante que alguien pueda suplantar tu personalidad virtual. Internet es un universo complejo que se está convirtiendo en un caos. Y se nos está yendo de las manos: nadie lo puede controlar. Y en el descontrol, lo que yo llamo los sidas de la informática (virus, spam, sabotajes intencionados o el simple gamberrismo), campan a sus anchas'.

Ramírez, que al principio se resitió a utilizar el e-mail pero ahora lo considera una herramienta 'imprescindible', teme que esta aplicación acabe siendo inútil. 'Empieza a preocuparme que acabe inutilizado por la hipertrofia'. De Internet opina que morirá de éxito. 'Ya no le veo la utilidad: hay demasiada información. ¿De qué me sirve que aparezcan más de 20.000 entradas en los buscadores sobre la información turística de Frankfurt?'.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_