Un cancionero de la tradición oral

'Si cuatro pillos supieran / lo que cuesta el trabajar / no abusarían del pobre / ni tampoco del jornal'. El estribillo de esta copla de siega, incluido en su primer trabajo discográfico, Al grano, refleja el compromiso social del grupo jiennense Andaraje, que este año cumple su 30º aniversario. Tres décadas de investigación y difusión de la música de tradición oral andaluza, una labor que al principio fue incluso perseguida.

'Nos obligaban a pasar las letras de nuestros temas por la censura, en la oficina del Movimiento en Granada', recuerda José Nieto, uno de los fundadores de esta formación por la que han desfilado 40 miembros desde su creación en el año 1972.

El centenar de obras que resumen la producción folclórica de Andaraje forma parte ya del patrimonio etnográfico andaluz. Así lo han entendido la Consejería de Cultura y la Diputación de Jaén, que han financiado, a partes iguales, los 3,3 millones de euros que han costado la recopilación y la edición de cuatro compactos donde se recogen los temas de los ocho discos grabados por Andaraje en su trayectoria.

Estudio etnográfico

El estuche con los discos compactos, de los que se han editado 2.000 ejemplares, incluye la transcripción musical y un estudio etnográfico que bucea en los orígenes de cada tema. Las primitivas grabaciones analógicas se han convertido ahora, tras un exhaustivo trabajo de digitalización y remasterización, en un completo cancionero de la música de tradición oral andaluza, aunque con especial referencia a la provincia de Jaén.

José Nieto advierte, no obstante, de que la mejora tecnológica no ha desvirtuado la originalidad de los temas. Incluso en muchos de ellos han conservado estrofas de canciones populares en boca de sus protagonistas, casi siempre personas ancianas de las serranías jiennenses. Uno de sus discos, Romancero tradicional de Jaén, recibió en 1990 el Premio Nacional de las Empresas Fonográficas

'Es un hito haber recopilado un centenar de temas, y la obra se va a convertir en una referencia para el estudio del folclor andaluz', asegura José Nieto, que ha sido, junto a Jesús Barroso, el único componentes que ha permanecido en Andaraje desde su fundación.

Mari Carmen Tizón, María José Cejudo, Javier Pozo y Carlos de Santiago completaron el grupo hace seis años, cuando dejaron de actuar. Ahora han vuelto a unirse no sólo para recopilar toda su obra, sino para grabar un disco con el que quieren celebrar sus 30 años de vida.

El laudista zurdo, grabado en Gines (Sevilla), se presentará en diciembre y en el mismo se recupera el primer repertorio de Andaraje, que incluía canciones propias y otras de cantautores como Paco Ibáñez. 'El disco es un guiño que nos hemos hecho a nosotros mismos', subraya José Nieto.

Zanfona, epinette, guitarra, laúd, bandurria, flauta y numerosos objetos de percusión figuran entre los instrumentos usados por Andaraje para interpretar canciones ligadas casi siempre al medio rural, y a costumbres ya extinguidas como la trilla o la elaboración artesanal del pan.

Sus temas han profundizado también en las señas de identidad de muchos pueblos, como el estribillo de esta jota de Sierra Mágina: 'A Jódar voy por esparto / a Jimena por las brevas / a Bedmar por los cenachos / y a Albanchez por las mozuelas'.