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LA CITA ELECTORAL DEL 25-M

PSOE y PP librarán en Madrid y Baleares las batallas clave por el poder autonómico

Populares y socialistas se preparan para la campaña electoral más larga de la democracia

Los socialistas se volcarán en Madrid: ven factible desbancar al PP de la comunidad autónoma con la ayuda de Izquierda Unida y lucharán por la candidatura de Trinidad Jiménez en la capital. Los populares confían en ganar, con Jaume Matas como candidato, la batalla en Baleares, donde el socialista Francesc Antich gobierna con una coalición de ocho partidos. Pero el Partido Popular subraya que 'lo más importante de estas elecciones' es no perder la Diputación foral de Álava, que gobiernan desde 1999 con el apoyo de Unidad Alavesa. A ocho meses del 25 de mayo, los partidos se preparan para la campaña electoral más larga de la democracia. Sus resultados tendrán un indiscutible impacto en la política nacional.

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Pueblo a pueblo, PSOE e IU van a tratar de recuperar, en unos casos, y consolidar, en otros, el apoyo de los ciudadanos para los colores de la izquierda en las elecciones municipales y autonómicas del próximo 25-M. Pueblo a pueblo y palmo a palmo, el PP va a intentar recuperar 'para el partido más votado' las autonomías y ayuntamientos en los que no gobierna por el pacto entre distintos grupos de izquierda, así como a mantener la mayor parte del territorio nacional que ya está bajo la sombra de la gaviota.

Los estrategas electorales de uno y otro partido han decidido que en estos ocho meses tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se vuelquen en impulsar a sus respectivos candidatos.

Los máximos dirigentes de los dos principales partidos y, en concreto, los responsables electorales socialistas José Blanco y Álvaro Cuesta, así como el coordinador de organización del PP, Pío García Escudero, y el coordinador para la elaboración del programa, Eugenio Nasarre, no descartan nada y no tiran la toalla en ninguna parte, como es su obligación transmitir a sus candidatos y organizaciones territoriales. Pero la realidad que se vislumbra a ocho meses vista, por sus estudios internos y por las encuestas de opinión, ofrece un panorama no tan amplio.

También en el terreno de las aspiraciones, el PP mantiene que va a intentar desbancar al socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra de la Junta de Extremadura. Se apoyará en el impulso de su candidato autonómico más joven, Carlos Floriano, de 34 años, quien, cuando menos, intentará socavar parte del apoyo de uno de los pata negra del PSOE.

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Pero los socialistas dan por segura su nueva victoria en Extremadura, así como en Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón y Baleares. El PP, mientras, considera indudable que las urnas revalidarán su gobierno en Castilla y León, Cantabria, Comunidad Valenciana, La Rioja, Murcia y Madrid. Además de apostar decididamente por Baleares y Extremadura, los populares aspiran a convertirse en primera fuerza política en Canarias, donde mantendrán su coalición de Gobierno con Coalición Canaria en ese archipiélago. Ceuta y Melilla tampoco cambiarán los colores del PP, según sus dirigentes.

Los populares también confían en subir 'de forma apreciable' en Asturias, donde en 1999 sufrieron un descalabro por la crisis interna con Sergio Marqués. Y esperan que su nuevo candidato en Castilla-La Mancha, Adolfo Suárez Illana, permita acortar distancias con José Bono. El hijo de Adolfo Suárez, cuentan en el PP, ya ha recorrido 200 pueblos para hablar personalmente con los vecinos. Es una estrategia que cultiva desde hace años el socialista Bono para la que, hasta ahora, el PP no había encontrado un candidato que, según su análisis, 'despertara la curiosidad' de los castellano-manchegos. Para argumentar sus posibilidades de triunfo, los populares añaden que sus siglas fueron allí las más votadas en las generales de 2000.

Más abajo del mundo de los deseos y ya de forma realista, sólo Baleares es un 'objetivo clave' para los populares. Clausuraron el sábado su congreso regional con una suerte de videoconferencia en la que Aznar calificó a la coalición de Antich de 'confabulación de todos' contra el PP. Los socialistas, en cambio, estiman que su partido experimentará un notable ascenso y quizá ya no necesite pactar para mantener el poder con tantos grupos como ahora. El más caro, al que ya hace guiños el PP, es Unió Mallorquina.

El objetivo autonómico 'clave' para el PSOE es la comunidad de Madrid: confía en que la candidatura de Rafael Simancas, en combinación con IU, venza a la de Esperanza Aguirre. Los socialistas no ven riesgo alguno en Aragón y destacan el avance 'por sí mismo' de su presidente, Marcelino Iglesias.

El PSOE aspira a recuperar votos en Castilla y León, Cantabria y La Rioja. Es probable que puedan subir, pero siempre a distancia de la mayoría que en ellas tiene el partido de Aznar.

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